Insisto, pedimos señales a Dios y solo hay una importante. Le pedimos a Dios que nos cambie la historia. Que cambie mi familia, que cambie mi trabajo, que cambie mi universidad. Estamos orando y nuestra oración pretende que Dios haga nuestra voluntad. ¿Qué nos ofrece Dios?
Una señal poderosa. La única que cambia vidas. Esta es la de Jesús, levantado en la cruz, dando su vida por todos nosotros. La señal es la resurrección de Cristo. Eso es lo que debemos pedir y esperar. Esa es la señal que lo cambia todo para bien. La señal de victoria sobre nuestras muertes.
Leer:
Texto del Evangelio (Lc 11,29-32): En aquel tiempo, habiéndose reunido la gente alrededor de Jesús, Él comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás».