Entonces ayunarán

Con el tiempo de Cuaresma inicia uno de los espacios litúrgicos más hermosos que tiene la Iglesia. Es la oportunidad para subrayar o resaltar uno de los aspectos de la vida cristiana más importantes: morir al hombre viejo.

El ayuno nos permite mortificar el cuerpo, que aún siendo una obra de Dios, debemos mantenerlo ajustado a la ley de Dios. Siempre estamos buscando gratificarnos, pero podemos excedernos en esa búsqueda de placer y confort.

Todo pasa en este mundo. Es por eso, que los más sabio es poner nuestro corazón en las cosas celeste, no en las de la tierra. Esa es la clave de la bendición y felicidad.

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 9,14-15): En aquel tiempo, se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?». Jesús les dijo: «Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán».

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