Veía claramente todas las cosas

Jesús devuelve la vista a los ciegos. Es un milagro que está presente en todos los evangelios y simboliza algo mucho más profundo. El mundo está lleno de ceguera pero de un tipo muy especial: ceguera espiritual.

El ciego es símbolo de aquel que no ve el amor de Dios en su vida. Todos los días estamos en una situación de ceguera porque siempre tenemos la tentación de ver las cosas en formato negativo. 

Criticamos, murmuramos y hasta hablamos mal de los demás. Encendemos el radio y la televisión o leemos el periódico y todo es un interminable rosario de críticas, malas palabras y sobresaltos. Los hombres y mujeres de Fe no pueden seguir esa misma dinámica.

Cuando alguien recupera la vista “espiritual” entra automáticamente en bendición. Todo está lleno de luz. La vida es una total presencia del amor de Dios. Es por y para eso que Jesús nos devuelve la vista. Es para que sintamos en lo profundo de nuestro corazón el gran amor que nos tiene Dios.

Leer:

Texto del Evangelio (Mc 8,22-26): En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegan a Betsaida. Le presentan un ciego y le suplican que le toque. Tomando al ciego de la mano, le sacó fuera del pueblo, y habiéndole puesto saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntaba: «¿Ves algo?». Él, alzando la vista, dijo: «Veo a los hombres, pues los veo como árboles, pero que andan». Después, le volvió a poner las manos en los ojos y comenzó a ver perfectamente y quedó curado, de suerte que veía claramente todas las cosas. Y le envió a su casa, diciéndole: «Ni siquiera entres en el pueblo».

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>