La paz hermano/a
Hoy es el segundo domingo de Cuaresma y nuestra madre la Iglesia nos propone un evangelio estupendo.
¿En qué contesto se da la transfiguración de Jesucristo? En un ambiente de oración. Jesús se lleva a sus discípulos en la noche… con razón estaban durmiendo, los pobrecitos estaban muy cansados, agotados y trasnochados.
En monte alto Jesús se transfigura. Este monte es imagen del Monte de las Bienaventuranzas y Monte Sinaí. Lugares donde Dios muestra su naturaleza y propone a sus hijos, a su pueblo escogido, a sus discípulos, una alianza esponsal, un matrimonio espiritual, les concede la posibilidad de asumir su propia naturaleza, una naturaleza TRANSFIGURADA! Un naturaleza capaz de entrar en la muerte y resucitar después.
Que maravillosa llamada! En esta Cuaresma, Dios poco a poco nos va “transfigurando” a su imagen. Nos quiere dar vestiduras blancas! Nos invita a ser UNO con Él!.
LEER:
Texto del Evangelio (Mt 17,1-9): En aquel tiempo, Jesús toma consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con Él. Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: «Señor, bueno es estarnos aquí. Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salía una voz que decía: «Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle». Al oír esto los discípulos cayeron rostro en tierra llenos de miedo. Mas Jesús, acercándose a ellos, los tocó y dijo: «Levantaos, no tengáis miedo». Ellos alzaron sus ojos y ya no vieron a nadie más que a Jesús solo. Y cuando bajaban del monte, Jesús les ordenó: «No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos».
OREMOS: “Dios todopoderoso y eterno, concédenos mediante las prácticas cuaresmales, ser transfigurados a imagen de tu hijo Jesucristo. AMÉN!”