25to día Retiro Virtual de Cuaresma

Hermano/a

La oración es un acto de humildad. Es reconocer que Dios es grande y nosotros pequeños. Que Él es creador y nosotros somos criatura.

Este tomar conciencia de nuestra pequeñez nos debe llevar a reconocer en nuestro prójimo sus grandezas. Si! Siempre hay en el otro cualidades que nos superan.

No tenemos decreto a juzgar a los demás cuando nosotros hemos sido unos grandes pecadores. Muchas bendiciones!

Leamos:

Texto del Evangelio (Lc 18,9-14): En aquel tiempo, Jesús dijo también a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, esta parábola: «Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano. El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: ‘¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano. Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias’. En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ‘¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!’. Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce será humillado; y el que se humille será ensalzado».

Oremos: “Te misericordia de nosotros Señor, que somos unos pecadores”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>