Hola mi querido hermano/a

Estamos haciendo juntos este retiro virtual de Cuaresma. ¡Qué hermoso es ejercitarse espiritualmente en este tiempo, estar mucho más cerca de nuestro Dios!

Dios nos llama a descubrir su amor y para eso debemos preparar nuestra alma. ¿Y cómo vas hacer esta preparación? Con AYUNO, ORACIÓN Y LIMOSNA. Tres armas potentes que te permiten construir en ti un hombre o mujer nuevo. Dios quiere que seas feliz, y para alcanzar esta felicidad, es importante dar “muerte” en nuestra vida a nuestro “ser viejo” que solo busca satisfacerse con las cosas pasajeras de esta vida.

ANIMO! Te propongo un programa de “entrenamiento” espiritual, diseñado especialmente para ti… :

1.- Lee el siguiente evangelio del día:

Evangelio según San Mateo 7,7-12.
Jesús dijo a sus discípulos: Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá.
¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra?
¿O si le pide un pez, le da una serpiente? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará cosas buenas a aquellos que se las pidan! Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.

2.- Contesta las siguientes preguntas: ¿alguna vez le has pedido a Dios algo y te lo ha concedido? ¿has visto el amor de Dios que escucha tus peticiones y sabe como ayudarte como conviene? ¿nunca has pedido a Dios?

3.- Reflexionemos: Dios te ama mucho! y como te ama siempre escucha tus oraciones. Decían los padres de la Iglesia que la oración res un arma espiritual que tiene el poder de cambiar la voluntad de Dios. Los salmistas piden ha Dios que tenga misericordia de ellos, saben pedir lo correcto, lo bueno, que es el ESPÍRITU SANTO! Es importante que hoy hagas como Salomón, que no pidió ni riquezas ni gloria… supo pedir SABIDURÍA y todo se le fue dado por añadidura.

4.- Oremos: “Señor Dios nuestro, Rey Eterno, te pedimos, te suplicamos hoy que tengas misericordia de nosotros. Concédenos el mayor regalo que nos puedes dar. TU ESPÍRITU! Que nos conceda vivir ahora la alegría celestial que nos espera en el CIELO! AMÉN: