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Por el dedo de Dios expulso yo los demonios

La misión de Jesús fue criticada por algunos. Le levantaron toda clase de calumnias y mentiras. No querían creer. Esto se desmontaba con los hechos. 

¿Cuál es la obra del Señor? Expulsar los demonios de las personas y sanar sus heridas. Muchos desconfían de Él e inclusive le piden señales. La gran señal que Jesús les da es su obra salvadora. 

Por medio del Espíritu Santo nos libera del pecado y del mal. Limpia nuestra alma del odio, rencor, avaricia, malos pensamientos y toda clase de pecados. Nos hace reconciliarnos con los demás. Realiza una obra de sanación y perdón.

Abrir nuestro corazón hoy a la obra de Jesús es garantía de nuestra felicidad. ¡Ánimo! Él quiere sanarte y mostrarte su amor.

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 11,15-26): En aquel tiempo, después de que Jesús hubo expulsado un demonio, algunos dijeron: «Por Beelzebul, Príncipe de los demonios, expulsa los demonios». Otros, para ponerle a prueba, le pedían una señal del cielo. 
Pero Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae. Si, pues, también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?, porque decís que yo expulso los demonios por Beelzebul. Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces. Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios.
»Cuando uno fuerte y bien armado custodia su palacio, sus bienes están en seguro; pero si llega uno más fuerte que él y le vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos. El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama. Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo; y, al no encontrarlo, dice: ‘Me volveré a mi casa, de donde salí’. Y al llegar la encuentra barrida y en orden. Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor que el principio».