Jesús anunciaba una sola cosa: ¡el reino de los cielos ha llegado ya! Esta es una buena noticia que se hace concreta en nuestra vida, ¿de qué manera? En los detalles pequeños.
Pedir perdón a tu amigo, hacer el bien a algún necesitado, ayudar en su trabajo a un compañero de trabajo, en fin, hacer día s día obras de misericordia que hagan presente a Dios.
El reino de Dios tiene esa sencillez y simpleza que cautiva y atrae. Dios nos llama a que con nuestras obras se haga presente el amor de Dios. Hagamos hoy honor al nombre que aspiramos tener: cristianos.
Leer:
Texto del Evangelio (Lc 13,18-21): En aquel tiempo, Jesús decía: «¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su jardín, y creció hasta hacerse árbol, y las aves del cielo anidaron en sus ramas». Dijo también: «¿A qué compararé el Reino de Dios? Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo».