Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre

El problema del ser humano es que vive como si nunca fuera a morir. Comemos, bebemos y andamos por la vida haciendo lo que nos da la gana sin medir consecuencias o pensar con trascendencia. ¿Qué nos dice el evangelio respecto a eso?

Un aspecto importante de la vida cristiana es vivir “atentos” en estado de “vigilia continua”. Esto significa que es fundamental para el cristiano estar conscientes de que no sabemos ni el día ni la hora en que vendrá el momento de Dios.

Todos los días podemos encontrarnos con el Señor. En un inconveniente laboral, en un consejo de un amigo o en una situación con algún familiar podemos descubrir que el Señor nos visita y pide de nosotros una respuesta.

También el día de nuestra muerte. Si algo es seguro es que todos un día moriremos. ¿Cómo te estás preparando para ese día? Es una pregunta que busca una respuesta todos los días.

Es cierto que vendrá “el día del Señor” donde todo lo que existe dejará de existir. No sabemos cuando. Nadie lo puede saber. Lo que sí podemos hacer es vivir cada día como sí fuera hoy. Eso nos dará la oportunidad, si lo hacemos desde la Fe, de vivir con trascendencia y alegría. Viviendo cada día con intensidad y valorando cada segundo de nuestra existencia.

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 17,26-37): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre. Comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca; vino el diluvio y los hizo perecer a todos. Lo mismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían; pero el día que salió Lot de Sodoma, Dios hizo llover fuego y azufre del cielo y los hizo perecer a todos. Lo mismo sucederá el Día en que el Hijo del hombre se manifieste.

»Aquel día, el que esté en el terrado y tenga sus enseres en casa, no baje a recogerlos; y de igual modo, el que esté en el campo, no se vuelva atrás. Acordaos de la mujer de Lot. Quien intente guardar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará. Yo os lo digo: aquella noche estarán dos en un mismo lecho: uno será tomado y el otro dejado; habrá dos mujeres moliendo juntas: una será tomada y la otra dejada». Y le dijeron: «¿Dónde, Señor?». Él les respondió: «Donde esté el cuerpo, allí también se reunirán los buitres».

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