Tenemos días en los que nos sentimos tristes y llenos de angustia. Hay momentos en los que las circunstancias nos llevan a la tristeza y desesperanza. En medio de tanta oscuridad solo podemos contar con una luz: Cristo.
Nuestro Señor Jesús vino a la tierra a mostrarnos su camino. Nos vino a consolar y apoyar. Trae consigo paz y alegría. No nos deja solos en nuestras angustias y problemas. Él da sentido a nuestra existencia.
Seamos verdaderos hombres y mujeres que celebran la vida en medio de las pruebas. Seamos cristianos que bendicen a Dios en todo momento. ¡No nos preocupemos! ¡Cristo viene y habitará en nuestros corazones! ¡Ánimo!
Leer:
Texto del Evangelio (Mt 11,28-30): En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera».