Archivo de la etiqueta: didracma

El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le matarán, y al tercer día resucitará

El evangelio del día de hoy es más que oportuno. Podemos hacerle la pregunta al Señor: ¿es justo o no pagar el impuesto a las compras por Internet menores de 200 dólares? Jesús, como siempre, es genial en sus respuestas.

El didracma era una moneda de plata que usaban los judíos para pagar el impuesto anual del templo. En todas las épocas y generaciones siempre ha sido pesado y poco agradable pagar impuestos. La mayor parte de ellos son “impuestos” al pueblo. Nunca son queridos o deseados.

Como es lógico, este es un tema a tratar con los líderes del momento. Jesús es uno al que se le puede preguntar sobre medidas que pensamos son injustas. Su opinión es importante.

¡Oh sorpresa! A Jesús le interesa aprovechar la oportunidad para dar un mensaje mucho más importante que los impuestos. El centro de nuestra vida no está en las dinámicas propias de este mundo. Dios provee para nuestras necesidades. Los hijos de Dios no tienen que preocuparse. El nos dará a su tiempo lo que necesitamos.

¿Qué es lo necesita el hombre y la mujer de nuestro tiempo? Vivir la experiencia Pascual. Cuando Jesús anuncia a sus discípulos su muerte y resurrección se escandalizan y entristecen. ¿Por qué? Porqué no quieren morir. Queremos pasar a la resurrección sin experimentar la muerte.

No aceptamos las cosas que nos hacen “morir”. Pagar impuestos, comprar los útiles escolares de los niños, enfrentar la precariedad de la vida, son siempre temas difíciles de aceptar.

Jesús nos dice que él “paga por tí y por mí”. Que Él ha entrado en la muerte para resucitar y darnos la posibilidad de vivir esta misma experiencia.

No te preocupes más por los impuestos. Tenemos un Padre millonario que se encargará de nuestras cuentas y sobretodo, de la más importante de todas ellas: la de nuestros pecados. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 17,22-27): En aquel tiempo, yendo un día juntos por Galilea, Jesús dijo a sus discípulos: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le matarán, y al tercer día resucitará». Y se entristecieron mucho.

Cuando entraron en Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban el didracma y le dijeron: «¿No paga vuestro Maestro el didracma?». Dice él: «Sí». Y cuando llegó a casa, se anticipó Jesús a decirle: «¿Qué te parece, Simón?; los reyes de la tierra, ¿de quién cobran tasas o tributo, de sus hijos o de los extraños?». Al contestar él: «De los extraños», Jesús le dijo: «Por tanto, libres están los hijos. Sin embargo, para que no les sirvamos de escándalo, vete al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que salga, cógelo, ábrele la boca y encontrarás un estárter. Tómalo y dáselo por mí y por ti».