Parece una frase escandalosa pero es bíblica. Los seres humanos nos pasamos la vida construyendo nuestra fama, nuestra vida, nuestro patrimonio y nuestra legado. Eso no está mal. El tema es pensar que en esto consiste vivir plenamente.
Ponernos metas ambiciosas y luchar por ellas es bueno. Lo que no es correcto es ver en ellas un fin en sí mismo.
Dios quiere que seamos felices. Y el secreto de la felicidad es ver bendición en nuestra vida como es y como se va presentando.
¡Ánimo! Pongamos nuestra confianza solo en Dios.
Leer:
Texto del Evangelio (Jn 12,24-26): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará».