Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios

Todos buscamos vivir la vida con propósito. Conscientes o inconscientes de ellos, andamos buscando la realización en nuestro trabajo, familia o estudios. Necesitamos que lo que hacemos tenga algún tipo de sentido.

Jesús, con la invitación que hace de seguirle, le da ejercido pleno a los que son invitados por Él a una misión y nueva realidad de vida. 

Sin embargo, seguirle implica renunciar a las cosas que tienen apariencia de bien. Seguir a Jesús implica una opción radical de vida. Es hacer en nuestra existencia una consagración a la misión que Él nos de.

La buena noticia es que el Señor nos llama a la vida. Nos quieres felices. Realizar su proyecto en nosotros implica convertirnos en las personas más felices del mundo. ¡Ánimo! El nos llama. Dejemos todo para seguirle.

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 9,57-62): En aquel tiempo, mientras iban caminando, uno le dijo: «Te seguiré adondequiera que vayas». Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza». A otro dijo: «Sígueme». El respondió: «Déjame ir primero a enterrar a mi padre». Le respondió: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios». También otro le dijo: «Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa». Le dijo Jesús: «Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios».

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>