Muchas veces he tenido un pensamiento un fijo que me lleva a pensar todos los años que he tenido en la Iglesia y la vida que llevan los amigos y amigas que no han tenido la misma experiencia que yo. Dicha reflexión tiene que ver con lo que diferencia a cristianismo con las demás ideologías, religiones y filosofías del mundo. Pienso que el gran punto de diferencia que hace del cristianismo una buena noticia es su mensaje central: “amad a vuestros enemigos”.
Jesús, desde la cruz, ha inaugurado un nuevo tipo de amor. El amor a los enemigos simboliza el amor extremo que debemos tener los cristianos a todos y todas. No hay nadie que esté excluido del amor de Cristo en lo que dicen seguirle. No importa sexo, raza, condición social o cualquiera otra realidad. Si realmente somos cristianos estamos invitados a amar al extremo.
En un mundo donde la intolerancia, fundamentalismo religioso e intereses económicos dominan las acciones de algunos seres humanos, los cristianos debemos ser la diferencia. ¿Estás dispuesto? Pues empieza hoy a realizar el amor en tu vida. Nadie está excluido de ser amado por ti. Incluyendo a tus enemigos.
Leer:
Texto del Evangelio (Mt 5,38-42): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente’. Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra: al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto; y al que te obligue a andar una milla vete con él dos. A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda».