Estamos en la primera semana del tiempo litúrgico denominado Adviento. En la Iglesia Católica se divide el año en tiempos para acentuar o subrayar un aspecto dela Fe cristiana que dbee estar presente en nuestra vida todos los días. En la primera parte del Adviento se llama muchos a despertar y estar atentos. ¿Por qué? Porque viene el Señor.
Ciertamente Jesús ya vino hace dos mil años y volverá al final de los tiempos. Pero lo más importante es que viene HOY a tu vida, ¿para qué? Para darnos la posibilidad de ver el amor de Dios, quitarnos la sordera espiritual y hacernos caminar firmes por el camino del bien y la felicidad.
¡Ánimo! Hoy es un buen día para estar contentos. La promesa de Jesús es de salvación y sanación. El viene HOY para bendecirte.
Leer:
Texto del Evangelio (Mt 15,29-37): En aquel tiempo, pasando de allí, Jesús vino junto al mar de Galilea; subió al monte y se sentó allí. Y se le acercó mucha gente trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y otros muchos; los pusieron a sus pies, y Él los curó. De suerte que la gente quedó maravillada al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban curados, los cojos caminaban y los ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Siento compasión de la gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino». Le dicen los discípulos: «¿Cómo hacernos en un desierto con pan suficiente para saciar a una multitud tan grande?». Díceles Jesús: «¿Cuántos panes tenéis?». Ellos dijeron: «Siete, y unos pocos pececillos». El mandó a la gente acomodarse en el suelo. Tomó luego los siete panes y los peces y, dando gracias, los partió e iba dándolos a los discípulos, y los discípulos a la gente. Comieron todos y se saciaron, y de los trozos sobrantes recogieron siete espuertas llenas.