Al orar, no charléis mucho

Toda oración conduce a la voluntad de Dios. Al rezar ponemos nuestra vida en manos de Dios. Es un acto de comunicación con nuestro Señor que siempre parte del reconocimiento de que somos unos pecadores necesitamos de ayuda divina.

Lamentablemente no sabemos rezar como conviene. Pedimos que Dios nos cambie la historia y nos escandalizamos cuando las cosas no suceden como la esperamos. Es por eso que necesitamos ayuda de lo alto y asistencia del Espíritu Santo para saber orar como conviene.

Pidamos a Dios el don de la oración. Tengamos una profunda disposición para estar siempre en comunión con nuestro Señor. Oremos constantemente. Ese es el camino de unión definitiva y profunda con el amor divino. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 6,7-15): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados. No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo.

»Vosotros, pues, orad así: ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal’. Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas».

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>