Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán

El ayuno es una de las tres armas espirituales que Dios pone a nuestra disposición para combatir contra el mundo, la carne y el demonio. Mediante el ayuno podemos renunciar a las apetencias del mundo y romper las cadenas de esclavitud que tenemos con los ídolos.

Ayunar es negarnos a nosotros mismos, rechazar el placer mundano, mortificar la carne y renunciar a todo lo que hace daño al alma. Es fundamental ayunar de aquellas cosas que no construyen el ser nuevo que el Señor quiere construir en nosotros.

Amar a Dios con todo el corazón es aceptar que no somos dioses y que la vida no nos bienes por darnos gusto en todo. El ayuno libera el alma. El ayuno nos conduce por “prados de fresca llevar”. El ayuno nos lleva ñor senderos de vida eterna. Ayunemos. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 9,14-15): En aquel tiempo, se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?». Jesús les dijo: «Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán».

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