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Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios

Este mundo no cree en la existencia del del demonio. Les parece una idea medieval propia de una etapa oscura de la humanidad. Para un Cristiano no puede ser así.

Es cierto que no tenemos que ver presencia demoníaca por todos los lados, pero ciertamente existe. Su influencia en la vida cotidiana es real. Siembra pensamientos dañinos en nuestra mente. Nos hace creer que Dios no nos ama.

Para poder combatir al demonio necesitamos a un fuerte que esté de nuestro lado y ese es Jesús. Nuestro Señor nos libra de la esclavitud del pecado y el yugo del demonio.

¡Ánimo! Ya Dios ha vencido al mal en Jesucristo. ¡No tengamos miedo!

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 11,15-26): En aquel tiempo, después de que Jesús hubo expulsado un demonio, algunos dijeron: «Por Beelzebul, Príncipe de los demonios, expulsa los demonios». Otros, para ponerle a prueba, le pedían una señal del cielo.

Pero Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae. Si, pues, también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?, porque decís que yo expulso los demonios por Beelzebul. Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces. Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios.

»Cuando uno fuerte y bien armado custodia su palacio, sus bienes están en seguro; pero si llega uno más fuerte que él y le vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos. El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama. Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo; y, al no encontrarlo, dice: ‘Me volveré a mi casa, de donde salí’. Y al llegar la encuentra barrida y en orden. Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor que el principio».