La oración es un acto de comunicación y comunión con Dios. La oración es una de las armas espirituales que tenemos para luchar contra nuestros enemigos: la carne, el mundo y los demonios.
Dios conoce muy bien nuestras necesidades. Sabe lo que nos conviene en cada momento. Es un Padre que provee bienes materiales y espirituales en todo momento. Por tanto, la oración es un acto de entrega total del orante a Dios sabiendo que nunca será desatendida su súplica.
Pidamos a Dios y tengamos la confianza que nuestro Señor nos escuchará siempre. ¡Ánimo!
Leer:
Texto del Evangelio (Mt 7,7-12): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra; o si le pide un pez, le dé una culebra? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan! Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas».