Archivo de la etiqueta: corregir

Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale

Una de las misiones más importantes de un cristiano es velar por el hermano. Tenemos el deber de corregirnos mutuamente. Vivir la fe en comunidad implica que nos ayudemos mutuamente a través de la corrección fraternal. Solo así podemos actuar como verdaderos hermanos en la fe.

En el mundo tenemos muchos falsos respetos. Es decir, en un supuesto respeto al otro y miedo a perder la estima de los demás, no nos metemos con nadie. En la comunidad cristiana es diferente. No podemos hacernos los ciegos. Tenemos la misión de hacer un santo servicio al hermano que escandaliza mediante la corrección en el Señor. ¿Estás dispuesto a ejercer con misericordia y diligencia este santo servicio?

¡Adelante! ¡Dios nos ayuda!

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 17,1-6): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen! Más le vale que le pongan al cuello una piedra de molino y sea arrojado al mar, que escandalizar a uno de estos pequeños. Cuidaos de vosotros mismos.

»Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale. Y si peca contra ti siete veces al día, y siete veces se vuelve a ti, diciendo: ‘Me arrepiento’, le perdonarás».

Dijeron los apóstoles al Señor; «Auméntanos la fe». El Señor dijo: «Si tuvierais fe como un grano de mostaza, habríais dicho a este sicómoro: ‘Arráncate y plántate en el mar’, y os habría obedecido».

Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale

La dinámica maravillosa del cristianismo, si la aplicáramos, sería la solución a todo conflicto, a toda guerra o disputa. El mismo Señor Jesús nos enseñó que hacer a la hora de relacionarnos con el prójimo. 

Si alguien peca, corrígele. Esto es cierto, porque todos hemos pegado. Nadie puede señalar a nadie. Nadie es perfecto. Si nos hacemos un sincero y profundo examen de conciencia podemos decir que tenemos muchos actos de que arrepentirnos. Necesitamos de los demás para mejorar. Es un gran acto de misericordia cuando alguien nos corrige porque nos invita a ser mejores. Somos invitados por aquel que nos corrige a cambiar para bien.

Eso sí, si alguien te pide perdón, arrependitodo, ¿por qué no perdonarle?. Algunos se cansan de perdonar. Vemos que se cometen los mismos errores o pecados y pensamos que no hay remedio. El Señor hoy nos dice que debemos ser buenos cristianos. Todo hombre o mujer que quiere ser como Jesús debe perdonar siempre. Porque todos siempre nos equivocamos y todos necesitamos ser perdonados y amados. 

¡Ánimo! Esto se logra si tenemos el Espíritu Santo que nos da la gracia de amarnos en nuestras debilidades. Si todos somos pecadores, ¿cómo no perdonarnos mutuamente?

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 17,1-6): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen! Más le vale que le pongan al cuello una piedra de molino y sea arrojado al mar, que escandalizar a uno de estos pequeños. Cuidaos de vosotros mismos.
»Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale. Y si peca contra ti siete veces al día, y siete veces se vuelve a ti, diciendo: ‘Me arrepiento’, le perdonarás».
Dijeron los apóstoles al Señor; «Auméntanos la fe». El Señor dijo: «Si tuvierais fe como un grano de mostaza, habríais dicho a este sicómoro: ‘Arráncate y plántate en el mar’, y os habría obedecido».