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21er día Retiro Virtual de Cuaresma

Hola hermano/a

Hoy es solemnidad del Señor. Estamos en fiesta, en medio de la Cuaresma.

Podemos recordar esa persona que fue la que nos hizo el anuncio de la salvación. Tu padre, madre, un amigo, un catequista, un sacerdote… en fin, Dios siempre elige una persona concreta que utiliza como medio para hacerte conocer el amor de Dios. Oh maravilloso momento en el que pudimos recibir el anuncio, la noticia que transformó toda nuestra vida.

Esperamos que en esta Cuaresma podamos “concebir” en nuestro interior a nuestro Señor Jesús, por el poder del Espíritu Santo.

Leamos:

Lc 1,26-38: Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo.

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo:

-«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»

Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo:

-«No temas, Maria, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»

Y María dijo al ángel:

-«¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»

El ángel le contestó:

-«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»

María contestó:

-«Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»

Y la dejó el ángel.

Palabra de Dios.

Oremos: “Señor, concédeme acoger como María, el anuncio de tu amor. AMÉN”

20mo día Retiro Virtual de Cuaresma

Hermano/a

Ánimo! Estamos entrando en una semana más de Cuaresma. Hoy es importante que podamos reconocer que Jesús ha sido enviado por Dios como nuestro Mesías. Una maravilla

Reconocer hoy a Dios como nuestro Salvador es reconocer que en nuestra vida hay esperanzas de vida eterna. La seguridad de que nos irá bien! Todo será una bendición. Ánimo! No pierdas la alegría de la salvación.

Leamos:

Texto del Evangelio (Lc 4,24-30): En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente reunida en la sinagoga de Nazaret: «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria. Os digo de verdad: muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país; y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio».

Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira; y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle. Pero Él, pasando por medio de ellos, se marchó.

Oremos: “Señor Dios de cielos y tierra. Permítete reconocerte hoy y siempre como Señor de mi vida. AMÉN”

19no día Retiro Virtual de Cuaresma

Hermano/a

Me imagino que hoy has dedicado todo el tiempo para estar con el Señor.

Sólo una cosa es importante! Estar con el Señor. En el pozo buscamos agua, pero hay un agua diferente. Un agua que calma una sed interior. Estamos siempre necesitados de calmar nuestras ansias de vida, de felicidad.

Buscamos vida (el agua es fundamental para la vida material) y felicidad en diferentes pozos de nuestra existencia. Pensamos que podemos encontrar felicidad en el dinero, la fama, el amor de las personas… Pero lo que nos ofrece Jesús es mucho más! El nos ofrece algo mucho más importante, nos ofrece la posibilidad de calmar definitivamente nuestra sed.

Jesús nos ama! Y es este amor lo que calma nuestra sed! Su amor da respuesta a todos nuestros problemas y nos concede vivir! En nuestro interior brota una fuente de agua viva, esta agua viva es el Espíritu Santo que testifica a nuestro espíritu que Dios nos ama!

Leamos:

Texto del Evangelio (Jn 4,5-42): En aquel tiempo, Jesús llega, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca de la heredad que Jacob dio a su hijo José. Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, como se había fatigado del camino, estaba sentado junto al pozo. Era alrededor de la hora sexta.

Llega una mujer de Samaría a sacar agua. Jesús le dice: «Dame de beber». Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a comprar comida. Le dice a la mujer samaritana: «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?» (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos). Jesús le respondió: «Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: ‘Dame de beber’, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva». Le dice la mujer: «Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva? ¿Es que tú eres más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?». Jesús le respondió: «Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna».

Le dice la mujer: «Señor, dame de esa agua, para que no tenga más sed y no tenga que venir aquí a sacarla». El le dice: «Vete, llama a tu marido y vuelve acá». Respondió la mujer: «No tengo marido». Jesús le dice: «Bien has dicho que no tienes marido, porque has tenido cinco maridos y el que ahora tienes no es marido tuyo; en eso has dicho la verdad».

Le dice la mujer: «Señor, veo que eres un profeta. Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar». Jesús le dice: «Créeme, mujer, que llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad».

Le dice la mujer: «Sé que va a venir el Mesías, el llamado Cristo. Cuando venga, nos lo explicará todo». Jesús le dice: «Yo soy, el que te está hablando».

En esto llegaron sus discípulos y se sorprendían de que hablara con una mujer. Pero nadie le dijo: «¿Qué quieres?», o «¿Qué hablas con ella?». La mujer, dejando su cántaro, corrió a la ciudad y dijo a la gente: «Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será el Cristo?». Salieron de la ciudad e iban donde Él.

Entretanto, los discípulos le insistían diciendo: «Rabbí, come». Pero Él les dijo: «Yo tengo para comer un alimento que vosotros no sabéis». Los discípulos se decían unos a otros: «¿Le habrá traído alguien de comer?». Les dice Jesús: «Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo su obra. ¿No decís vosotros: Cuatro meses más y llega la siega? Pues bien, yo os digo: Alzad vuestros ojos y ved los campos, que blanquean ya para la siega. Ya el segador recibe el salario, y recoge fruto para la vida eterna, de modo que el sembrador se alegra igual que el segador. Porque en esto resulta verdadero el refrán de que uno es el sembrador y otro el segador: yo os he enviado a segar donde vosotros no os habéis fatigado. Otros se fatigaron y vosotros os aprovecháis de su fatiga».

Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en Él por las palabras de la mujer que atestiguaba: «Me ha dicho todo lo que he hecho». Cuando llegaron donde Él los samaritanos, le rogaron que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Y fueron muchos más los que creyeron por sus palabras, y decían a la mujer: «Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo».

Oremos: Dame, Señor Jesús, agua de tu pozo. Que pueda a calmar mi sed en el pozo de tu amor. AMÉN”

18vo día Retiro Virtual de Cuaresma

Hola querido/a hermano/a

En el día de hoy, el Señor nos propone una reflexión muy hermosa.

¿Cuantos de nosotros no hemos estado muertos? Estábamos perdidos en nuestros pecados. Con resentimientos hacia nuestra familia, amigos (enemigos), compañeros de trabajo…cuantas murmuraciones, mentiras y robos… Se sincero! Has pecado, hemos pecado… Y el pecado nos deja muertos. Por ejemplo, cuando tu te peleas con alguien (esposo, esposa, hermano, hermana, amigo, amiga, padre, madre…) como que nos quedamos mal, estamos mal interiormente, no es natural!

Hemos sido creados para AMAR y resulta que muchas veces no amamos, y no amar es MORIR! Por tanto, que alegría tiene nuestro Dios PADRE cuando ve que reconocemos nuestros pecados y sobretodo reconocemos en Dios el AMOR! El PERDÓN! Dios es un Padre que quiere que volvamos, recobremos la vida, reencontremos el camino de regreso… A la casa del PADRE! Donde se vive de amor… Que hermoso es que hoy el Espíritu Santo testifique a tu espíritu que Dios te ama y que puedes volver a comenzar.

Dios hoy quiere vestirte nuevamente con la túnica bautismal, quiere ponerte el anillo de alianza con Él, quieres calzarte nuevamente con el Celo de anunciar el evangelio! En definitiva…resucitarte, mostrarte su amor y convertirte así en un testigo de su inmensa misericordia.

Leamos:

Texto del Evangelio (Lc 15,1-3.11-32): En aquel tiempo, viendo que todos los publicanos y los pecadores se acercaban a Jesús para oírle, los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Este acoge a los pecadores y come con ellos». Entonces les dijo esta parábola. «Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo al padre: ‘Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde’. Y él les repartió la hacienda. Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino. Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba. Y entrando en sí mismo, dijo: ‘¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros’. Y, levantándose, partió hacia su padre.

»Estando él todavía lejos, le vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo: ‘Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo’. Pero el padre dijo a sus siervos: ‘Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado’. Y comenzaron la fiesta.

»Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. El le dijo: ‘Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano’. Él se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su padre: ‘Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!’ Pero él le dijo: ‘Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado’».

Oremos: “Dios Padre, reconozco que he pecado mucho… Ten misericordia de mí! Haz, te los suplico, que pueda experimentar hoy nuevamente tu amor. AMÉN”

17mo día Retiro Virtual de Cuaresma

Hola estimado hermano / a

Estamos entrando en las profundidades de la Cuaresma y Dios nos invita hoy a reflexionar con sinceridad sobre nuestra realidad.

Dios, en su inmensa misericordia no ha enviado siempre personas, acontecimientos y oportunidades para que podamos encontrarnos con Él, cambiar para mejor nuestra vida, en definitiva, ser participes de esa felicidad que solo Él puede darnos.

¿Cuantas veces le hemos rechazado? ¿En cuantas ocasiones no hemos escuchado la corrección de un prójimo, la predicación de un presbítero, o no puesto en práctica una palabra de la escritura leída o oída?

Tantas veces Dios, a nosotros “labradores de su viña”, nos ha invitado a cosechar frutos de amor y perdón, y lo que hemos hecho es gritar, juzgar, exigir y murmurar…

ANIMO! Dios ahora nos quiere dar una palabra de esperanza. SI! De esperanza, porque la llamada a conversión siempre es buena… aunque nos cueste reconocer nuestros errores… nuestros pecados.

Vamos a leer este hermoso evangelio del día:

Texto del Evangelio (Mt 21,33-43.45-46): En aquel tiempo, Jesús dijo a los grandes sacerdotes y a los notables del pueblo: «Escuchad otra parábola. Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon. De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera. Finalmente les envió a su hijo, diciendo: ‘A mi hijo le respetarán’. Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: ‘Este es el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos con su herencia’. Y agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron. Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?».

Dícenle: «A esos miserables les dará una muerte miserable y arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo». Y Jesús les dice: «¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos? Por eso os digo: se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos».

Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que estaba refiriéndose a ellos. Y trataban de detenerle, pero tuvieron miedo a la gente porque le tenían por profeta.

Oremos: “MI DIOS Y SALVADOR! Te pido que tengas misericordia de mí, no tomes en cuenta mis faltas y me concedas ser un labrador fiel a tu palabra y a tus encargos. AMÉN!”

16to día Retiro Virtual de Cuaresma

Hola hermano y hermana

Es hermosa la Cuaresma porque nos hace ver lo que realmente es importante. Tanto afanar por las cosas materiales y todo pasa. No hay nada permanente en esta vida. Lo único que tenemos seguro es el amor de Dios.

Nuestra vida en esta tierra sirve para algo. Prepararnos para el cielo. Así como la Cuaresma nos ayuda a preparar la Pascua, así la vida en este mundo nos ayuda a preparar la vidas eterna en el cielo.

Contempla hoy nuestra realidad finita, para que podamos vivir la realidad futura desde aquí.

Lee:

Texto del Evangelio (Lc 16,19-31): En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: «Era un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. Y un pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas, deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico pero hasta los perros venían y le lamían las llagas.

»Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado. Estando en el Hades entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Y, gritando, dijo: ‘Padre Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama’. Pero Abraham le dijo: ‘Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado. Y además, entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan; ni de ahí puedan pasar donde nosotros’.

»Replicó: ‘Con todo, te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les dé testimonio, y no vengan también ellos a este lugar de tormento’. Díjole Abraham: ‘Tienen a Moisés y a los profetas; que les oigan’. Él dijo: ‘No, padre Abraham; sino que si alguno de entre los muertos va donde ellos, se convertirán’. Le contestó: ‘Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque un muerto resucite’».

Oremos: “Dios todopoderoso y eternos dame la gracia de prepararme bien en este mundo para la vida futura. AMÉN”

15 día Retiro Virtual de Cuaresma

Hola hermana/hermano

Hoy es la solemnidad de San José, esposo de la Virgen María. Felicidades a todos los José y demás variaciones :) (yo también me llamo José ;) )

San José es muy importante en la historia de la salvación. Fue esposo de la virgen y padre “adoptivo” de Jesús. Bajo su cuidado, protección y guía, Jesús fue iniciado aquí en la tierra en las realidades de este mundo.

Padre y esposo ejemplar. Imagen de todo aquel que quiere hacer la voluntad de Dios y trabajar de acuerdo a su palabra.

Para algunos un gran intercesor para aquellos que necesitan un favor de Dios!

Célebre por sus cualidades hombre trabajador, humilde y obediente. Leamos el evangelio de hoy con la intención de abrir nuestro corazón para que Dios, a través del Espíritu Santo, nos conceda ser un “poquito” más como José… :)

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 1,16.18-21.24a): Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo. La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto.

Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados». Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado.

Oremos: “Señor Dios, te pido que me ayudes a imitar las cualidades de San José, para seamos hombres y mujeres justos, según tu corazón. AMÉN”

14vo día Retiro Virtual de Cuaresma

Hola hermano/a

En este martes de la segunda semana de Cuaresma, la invitación de Dios es a la humildad. ¿Quién es el bueno? ¿Quién merece ser llamado Padre, Maestro o Rabbí? Indudablemente ese es Dios. Nosotros siempre buscamos los mejores puestos, ser tratados con honor, ¿cierto?

Dios nos invita a hacer lo “bueno” que podemos hacer con humildad, sabiendo, como dice San Pablo, que lo bueno que hay en nosotros viene de Dios. El querer hacer el bien lo tenemos al alcance más no el realizarlo.

Te propongo leer el siguiente evangelio:

Texto del Evangelio (Mt 23,1-12): En aquel tiempo, Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos y les dijo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto; quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que se les salude en las plazas y que la gente les llame “Rabbí”.

»Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “Rabbí”, porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie “Padre” vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar “Doctores”, porque uno solo es vuestro Doctor: Cristo. El mayor entre vosotros será vuestro servidor. Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado».

Oremos: “Señor, Dios Nuestro, te pedimos que nos ayudes a realizar el bien que nos mandas hacer, con humildad y sencillez, buscando agradarte a ti y a nuestros hermanos. AMÉN”

13er día Retiro Virtual de Cuaresma

Hola hermano/a. La paz contigo.

En este maravilloso lunes, Dios nos invita a seguir caminando esta Cuaresma junto Él. Haces bien en seguir estos días de Retiro Virtual. Todo lo que te pueda ayudar a estar mas cerca de Dios y por tanto, ser feliz, es bueno y santo!

Empieza el día en BENDICIÓN! Reconociendo lo bueno que Dios ha sido contigo. Si eres un hombre o mujer de bendición, podrás dar ese mismo espíritu a los demás. Dar amor es el mandamiento “nuevo”, que siempre ha sido eterno!. Animo! Lee este evangelio y responde a las preguntas a continuación:

1. Leer:

Texto del Evangelio (Lc 6,36-38): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá».

2.- ¿Alguna vez en tu vida haz juzgado a alguien? ¿Le has guardado rencor, resentimiento o rechazo a alguna persona? ¿Has dado odio en lugar de amor? RESPONDE CON SINCERIDAD!

3.- Ahora, si realmente has faltado a la palabra de amor que Dios nos ha dado… tienes la oportunidad en esta Cuaresma de cambiar de dirección. ANIMO! Dios contigo!

Oremos: “Dios nuestro, Rey Eterno, te pido que me concedas bendecirte en todo momento. Te ruego que me ayudes a amar a mi prójimo como tu me has amado, perdonándolo, queriéndolo y siempre justificándolo”

12do día Retiro Virtual de Cuaresma

La paz hermano/a

Hoy es el segundo domingo de Cuaresma y nuestra madre la Iglesia nos propone un evangelio estupendo.

¿En qué contesto se da la transfiguración de Jesucristo? En un ambiente de oración. Jesús se lleva a sus discípulos en la noche… con razón estaban durmiendo, los pobrecitos estaban muy cansados, agotados y trasnochados.

En monte alto Jesús se transfigura. Este monte es imagen del Monte de las Bienaventuranzas y Monte Sinaí. Lugares donde Dios muestra su naturaleza y propone a sus hijos, a su pueblo escogido, a sus discípulos, una alianza esponsal, un matrimonio espiritual, les concede la posibilidad de asumir su propia naturaleza, una naturaleza TRANSFIGURADA! Un naturaleza capaz de entrar en la muerte y resucitar después.

Que maravillosa llamada! En esta Cuaresma, Dios poco a poco nos va “transfigurando” a su imagen. Nos quiere dar vestiduras blancas! Nos invita a ser UNO con Él!.

LEER:

Texto del Evangelio (Mt 17,1-9): En aquel tiempo, Jesús toma consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con Él. Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: «Señor, bueno es estarnos aquí. Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».

Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salía una voz que decía: «Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle». Al oír esto los discípulos cayeron rostro en tierra llenos de miedo. Mas Jesús, acercándose a ellos, los tocó y dijo: «Levantaos, no tengáis miedo». Ellos alzaron sus ojos y ya no vieron a nadie más que a Jesús solo. Y cuando bajaban del monte, Jesús les ordenó: «No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos».

OREMOS: “Dios todopoderoso y eterno, concédenos mediante las prácticas cuaresmales, ser transfigurados a imagen de tu hijo Jesucristo. AMÉN!”