Archivo de la etiqueta: murmuración

Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo

La vida es complicada. Las personas son complejas. Nunca nadies está satisfecho. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, encendemos nuestra lengua y mente, y empezamos a murmurar de todos y de todo. No hay forma de satisfacer plenamente a alguien. Hay personas que para ellos todo está mal. ¡Dios mío! ¡Cuantos juicios y calumnias levantamos todos los días!

Alguno de los que lee estas líneas dirá: “yo no… yo no soy murmurador”. ¡Qué va! No te conoces, hijo mío. Haz esta prueba, pásate el día sin hablar… si… no hables mal de nadie ni de nada por un día… ya verás que te resulta imposible hacerlo.

De frente a esta realidad que nos afecta a todos, el Señor Jesús nos ha invitado a tener la postura que él asumió aquí en la tierra: ocupar el último lugar. Si, la forma más segura de ser “compasivos y misericordiosos” como la ha sido Jesucristo es reconociendo una gran verdad: no somos mejores que nadie.

Lo único que puede combatir contra nuestros juicios y murmuración es reconocer que no somos dioses y que somos unos grandes pecadores. Al reconocer que los demás son mejores que nosotros, nos acercamos a Dios y encarnamos el mismo espíritu de Cristo. ¡Ánimo! Que hoy sea un día “libre de murmuración” y así seremos más felices y haremos más felices a nuestros prójimos”

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 6,36-38): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá».