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No necesitan médico los que están fuertes, sino los que están mal

Los expertos en psicología afirman que las primeras impresiones son muy importantes. Existe mucha literatura en el mundo sobre este tema. Los especialistas en superación personal intentan ayudar con técnicas y herramientas a generar siempre una buena impresión, ¿por qué es tan importante para nosotros lo que piensan los demás?

La primera impresión que debió generar Jesús no pudo ser muy buena. ¡Imagínate! Te lo encuentras en una aldea o en un camino y resulta que al saludarle le ves acompañado de funcionarios corruptos, prostitutas y gente de mala fama… Existe un refrán popular que dice: “dime con quien andas y te diré quién eres”.

Jesús siempre rompe esquemas. La clave de la enseñanza de Nuestro Señor está en que más que juzgar y a satanizar al pecador debemos amarles! Sólo el amor hace que esas personas, que son rechazadas por la sociedad, puedan reincorporarse por la vía del Amor y el Perdón.

Lo importante no es lo que hicieron, lo más relevante es lo que pueden hacer luego de amarles y que se sientan amados.

Nunca juzgues, ¡AMA! Al rechazado, al alejado, al que no se siente amado. ¿Por qué? Mis queridos hermanos, porque nosotros también hemos sido amados de la misma manera. ¿Es importante lo que dicen los demás? No, si se trata de amar al que necesita ser amado.

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 9,9-13): En aquel tiempo, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme». Él se levantó y le siguió. Y sucedió que estando Él a la mesa en casa de Mateo, vinieron muchos publicanos y pecadores, y estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos. Al verlo los fariseos decían a los discípulos: «¿Por qué come vuestro maestro con los publicanos y pecadores?». Mas Él, al oírlo, dijo: «No necesitan médico los que están fuertes, sino los que están mal. Id, pues, a aprender qué significa aquello de: ‘Misericordia quiero, que no sacrificio’. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores».