Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo

¡La paz! Necesitamos tener paz. En un mundo como el que vivimos parecería que nunca podemos encontrar la paz verdadera y profunda. Todo parece inquietarnos: el miedo a contagiarse en esta pandemia, el incendio del vertedero de duquesa, la crisis económica fruto del COVID19, y tantas cosas más. Tranquilos, Jesús nunca nos deja solos.

Al consolar a los discípulos cuando les hablaba de su inminente partida, les aseguraba que iba al Padre y que nos enviaría otro Paraclito. Nos dice también a nosotros que su Espíritu de verdad está con nosotros, en nuestro corazón, y quiere decirle a nuestro espíritu que verdaderamente Dios nos ama. Inspira en lo profundo de nuestra alma la certeza de que Dios lo hace todo bien.

¡No se turbe tu corazón! No mires lo grande de tus problemas, mucho más grande es Dios. Él nos ama y nos muestra el camino que conduce a la vida. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Jn 14,27-31a): En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Habéis oído que os he dicho: ‘Me voy y volveré a vosotros’. Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder; pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado».

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>