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Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas

El mundo necesita de personas “vigilantes”. ¿Qué significa eso? Pues que individuos que vivan conscientes de que un día vendrá la muerte y que todo pasará. Los seres humanos que asuman la vida tal como es, tendrán la oportunidad de vivir de una forma más plena.

En nuestra vida nos pasamos afanados por acumular y construir prestigio o fama. Somos capaces de arriesgar todo con tal de obtener aquello que pensmaos es clave en nuestra felicidad. La gran paradoja es que todo eso es como arena. Es como un viento qué pasa. No hay en este mundo nada estable o eterno. ¿Donde podemos encontrar felicidad definitiva? En Dios.

Estemos vigilantes. No sabemos el día ni la hora. Dios vendrá y nos llevará con él. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 12,35-38): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas, y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran. Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos!».

Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas

Los cristianos, por el bautismo, somos llamados a ser profetas, sacerdotes y reyes. Esta triple condición tiene un significado profundo. Por ejemplo, en lo que tiene que ver con el profetismo cristiano estamos llamados a anunciar el mensaje del evangelio con palabras y obras. Es decir, los cristianos estamos o deberíamos estar siempre en actitud de enviados. CRISTO nos envía todos los días a hacer presente en esta generación las maravillas de Dios.

¿Tú estás dispuesto a ser enviado a donde quiera que Dios nos necesite? Siempre estamos ocupados y cansados. Múltiples cosas llenan nuestra agenda diaria. Padecemos la enfermedad de la era moderna: el stress. Dios nos llama a estar siempre disponible. A poner siempre primero que todas las cosas nuestra misión de profetas. Hacer la voluntad de Dios es la fuente de la felicidad y esta pasa por estar siempre en total y radical disposición. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 12,35-38): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas, y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran. Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos!».