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La paz con vosotros

Los discípulos estaban sobresaltados y asustados. Dice la escritura de que “eran pobres hombres, como tú y cómo yo”. Habían matado a su líder y tenían un temor espantoso pensando que iban a correr la misma suerte. ¿Qué hizo Jesús? Les dio La Paz.

¿Qué cosa es La Paz? Desde el antiguo testamento, era costumbre que en el pueblo de Israel se digan entre elllos “Shalom”. No es un sentimiento normal. No es ausencia de guerra. No es un estado mental. La Paz que Dios da es fruto de la aceptación profunda y firme de la voluntad de Dios en nuestra vida. La Paz es el resultado de la Fe que produce Vida eterna y que reconoce en todo acontecimiento el amor de Dios.

Hoy el Señor nos dice: ¡LA PAZ! Tranquilo, hoy viviremos en paz porque ha resucitado y nos muestra una vez más su amor. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 24,35-48): En aquel tiempo, los discípulos contaron lo que había pasado en el camino y cómo habían conocido a Jesús en la fracción del pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando Él se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros». Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. Pero Él les dijo: «¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo». Y, diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: «¿Tenéis aquí algo de comer?». Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. Lo tomó y comió delante de ellos.

Después les dijo: «Éstas son aquellas palabras mías que os hablé cuando todavía estaba con vosotros: ‘Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí’». Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras, y les dijo: «Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas».

No temáis

La crucifixión y muerte de Jesús había sido un trauma para los discípulos. Estaban todos muertos de miedo. A pesar de esta situación de confusión y temor, las mujeres fueron al sepulcro muy temprano del primer día de la semana, demostrando así lo mucho que le querían y se encuentran con la más grande sorpresa de la historia: ¡Jesús está vivo! ¡Ha resucitado!

Es importante contemplar hoy que el Señor Jesús convierte sus temores en paz. Al resucitar comunica un espíritu de paz y calma a los testigos de su resurrección. Hoy nos quiere hacer experimentar lo mismo.

¿A qué temes hoy? ¿Tienes alguna duda hoy todavía de que Jesús no pueda ayudarte en tus problemas concretos? ¡Ánimo! ¡No temáis! El Señor lo hará. Ten Fe. ¡No dudes más!

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 28,8-15): En aquel tiempo, las mujeres partieron a toda prisa del sepulcro, con miedo y gran gozo, y corrieron a dar la noticia a sus discípulos. En esto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «¡Dios os guarde!». Y ellas se acercaron a Él, y abrazándole sus pies, le adoraron. Entonces les dice Jesús: «No temáis. Id, avisad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán». 
Mientras ellas iban, algunos de la guardia fueron a la ciudad a contar a los sumos sacerdotes todo lo que había pasado. Estos, reunidos con los ancianos, celebraron consejo y dieron una buena suma de dinero a los soldados, advirtiéndoles: «Decid: ‘Sus discípulos vinieron de noche y le robaron mientras nosotros dormíamos’. Y si la cosa llega a oídos del procurador, nosotros le convenceremos y os evitaremos complicaciones». Ellos tomaron el dinero y procedieron según las instrucciones recibidas. Y se corrió esa versión entre los judíos, hasta el día de hoy.

No temáis a los que matan el cuerpo

En estos tiempos ser cristiano no está de moda. A muchos bautizados les da vergüenza hablar de Dios o llevar la Biblia en las manos. Estamos en una época donde ser moderno e inteligente consiste en estar en contra de los principios tradicionales cristianos. No debería ser así.

¿Cuántas veces has hablado de las cosas de Dios con tu familia? ¿En qué momentos has tenido la valentía de defender a la iglesia cuando se entabla una discusión donde se le desacredita? ¿En tus actos de día a día haces solemne profesión de Fe con tus amigos y familiar siempre que se presente la ocasión?

Hoy más que nunca debemos ser firmes en la Fe. ¡No tengamos miedo! El amor de Cristo nos urge a actuar y hacer presente con nuestra buena conducta y profunda Fe a dar testimonio valiente en todo momento y en todo lugar. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 12,1-7): En aquel tiempo, habiéndose reunido miles y miles de personas, hasta pisarse unos a otros, Jesús se puso a decir primeramente a sus discípulos: «Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse. Porque cuanto dijisteis en la oscuridad, será oído a la luz, y lo que hablasteis al oído en las habitaciones privadas, será proclamado desde los terrados. Os digo a vosotros, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. Os mostraré a quién debéis temer: temed a aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehenna; sí, os repito: temed a ése. ¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; valéis más que muchos pajarillos».