Somos invitados a permanecer en el amor de Dios. Son muchos los mandamientos del Señor. El mayor de todos ellos es el amor. Dios es amor y por tanto su naturaleza es amarnos hasta que nos lo creamos.
Es por eso que envió a Jesús a dar la vida por nosotros. El morir de Cristo es un morir al pecado. Amar es cumplir los mandamientos y por tanto iniciar una vida nueva.
El gozo del espíritu es el primer fruto del amor. Cuando perdonamos y olvidamos los daños que otros nos han hecho, dañamos nuestras heridas y podemos experimentar paz y gozo. Cumplamos los mandamientos de Dios y seamos siempre felices en el amor. ¡Ánimo!
Leer:
Texto del Evangelio (Jn 15,9-11): En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado».