La elección de Dios es una iniciativa gratuita de amor y perdón. Es un misterio. ¿Por qué nos ha elegido Dios? ¿Por qué ha pensado en nosotros y no en otros? Nadie puede saberlo.
Lo que sí debemos reconocer es que Dios a nosotros nos ha amado y nos a elegido gratuitamente. De lo profundo de nuestro corazón nace naturalmente un amor inmenso a Dios porque no se ha fijado en nuestros pegados y nos regala la gracia de ser sus hijos.
Bendigamos a Dios y pidamos que podamos corresponder a su amor.
Leer:
Texto del Evangelio (Mc 3,13-19): En aquel tiempo, Jesús subió al monte y llamó a los que Él quiso; y vinieron donde Él. Instituyó Doce, para que estuvieran con Él, y para enviarlos a predicar con poder de expulsar los demonios. Instituyó a los Doce y puso a Simón el nombre de Pedro; a Santiago el de Zebedeo y a Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso por nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno; a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, el mismo que le entregó.