Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único

¡Oh admirable misterio! Dios ha querido salvarnos a través de la cruz. Nos ha amado hasta el extremo. Ha entregado a su único hijo a la muerte terrible de la cruz. Jesús ha tenido que padecer para que con su sufrimiento, dar sentido a los nuestros.

El Señor nos invita hoy a contemplar nuestra cruz. A responder la pregunta: ¿cuál es tu cruz? Es fundamental para un Cristiano saber que sufrimientos ha permitido Dios en su vida para salvarle u santificarme. ¡Si hermanos! Dios permite en nuestra vida situaciones y acontecimientos destinados a santificarnos. Hay sufrimientos redentores, que tienen la gracia de acercarnos a Dios, de prepararnos para el cielo.

Miremos la cruz con alegria y paz. Pidamos a Dios que nos de la gracia de aceptar nuestra cruz y experimentarla gloriosa.

Leer:

Texto del Evangelio (Jn 3,13-17): En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: «Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en Él tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él».

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>