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¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad!

El mundo piensa que la autoridad viene de una posición o título específico. Creemos que si ocupamos un puesto directivo ya tenemos autoridad sobre los demás. Otros creen que ser un “influencer” es lo mismo que tener autoridad. En el cristianismo es distinto. La autoridad viene de Dios, no de nosotros o nuestros talentos personales.

Jesús es, fundamentalmente, quien habla con autoridad. La fuerza de su doctrina radica en que él es la realización plena de lo que predica. Es decir, que cumple fielmente con acciones todo lo que enseña. Jesucristo habla con autoridad porque su palabra se cumple.

Dios también nos hace partícipe de esa autoridad. Nos invita a poner en práctica su palabra y a dejarnos transformar por él. En nuestra vida solo debería tener autoridad el Señor. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Mc 1,21-28): Llegó Jesús a Cafarnaum y el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios». Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él». Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él.

Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen». Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea.

La muchedumbre le oía con agrado

Escuchar a un buen conferencista o charlista es un placer. El hombre o la mujer que habla tiene el poder de inspirar, convencer y alentar a la audiencia que le escucha. Es un don muy especial que alguien con el solo uso de la palabra pueda transformar la vida de las personas.

Jesús, nuestro Señor, hablaba como “quien tiene autoridad”. Su doctrina encantaba a la gente. Les hablaba en un lenguaje directo, sencillo, y sobretodo con mucho amor. Eso último es la clave del éxito de Jesús en su labor misionera. 

Jesucristo ama a quien predica. Sus palabras son confirmadas por sus obras. Manifiesta en todo momento que verdaderamente es hijo de Dios enviada para salvarnos, para ¡Salvarte! Confía en Jesús, que el siempre te amará.

Leer:

Texto del Evangelio (Mc 12,35-37): En aquel tiempo, Jesús, tomando la palabra, decía mientras enseñaba en el Templo: «¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? David mismo dijo, movido por el Espíritu Santo: ‘Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies’. El mismo David le llama Señor; ¿cómo entonces puede ser hijo suyo?». La muchedumbre le oía con agrado.

Quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad

La policía, los militares y las estructuras religiosas inspiran autoridad. Con sólo contemplar un uniforme junto con elementos de defensa o ataque ya estamos en atención, esperando obedecer órdenes o seguir reglas. Estas son las características de la autoridad según el mundo. ¿Es la misma autoridad que se reconoce en Jesús?

Jesús tiene autoridad porque sencillamente habla y su palabra se cumple. Cuando Jesús predica produce un efecto concreto en las personas que escuchan. Con sólo escuchar su voz, demonios y malos espíritus quedan aterrorizados.

En el mundo hace falta este tipo de autoridad. La palabra de un ser humano se ha ido desprestigiando. Nuestros líderes hablan y nadie cree que van a cumplir lo que dicen. Esto es una pena, una decepción.

Jesús tiene autoridad porque con su palabra provoca acciones concretas de liberación y curación. El poder de su palabra produce un cambio profundo en los corazones de las personas. La sabiduría que sale de su boca se realiza en hechos y obras. Esta es la VERDADERA autoridad.

Reconozcamos en Jesús su autoridad sobre nosotros. Nos mandan los gobernantes, policías, jefes, padres y hasta uno que otro amigo. Jesús tiene autoridad sobre nosotros porque con su doctrina y obras, nos AMA. Expulsa los demonios y cura a los enfermos. Esa es la VERDADERA autoridad.

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 4,31-37): En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaúm, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba. Quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad. Había en la sinagoga un hombre que tenía el espíritu de un demonio inmundo, y se puso a gritar a grandes voces: «¡Ah! ¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios». Jesús entonces le conminó diciendo: «Cállate, y sal de él». Y el demonio, arrojándole en medio, salió de él sin hacerle ningún daño. Quedaron todos pasmados, y se decían unos a otros: «¡Qué palabra ésta! Manda con autoridad y poder a los espíritus inmundos y salen». Y su fama se extendió por todos los lugares de la región.