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Os hemos tocado la flauta, y no habéis bailado

Dios, en este adviento, nos llama a conversión. El Amor divino no se impone. Es preciso que acoja con total libertad. Es por eso que se nos invita a convertirnos, nunca se nos obliga.

Los tiempos litúrgicos existen para ayudarnos a vivir los miestrios de nuestra salvación. En el adviento se subraya la escatología. Es decir, se nos invita a poner nuestro corazón en la realidad celestes. Para eso, es preciso que acogamos al Señor en nuestro corazón. Esa es la clave de este tiempo. Acoger a Dios en nuestros corazones.

Pidamos a Dios que tengamos la humildad de reconocernos pecadores y necesitados de la ayuda divina. Es tiempo de conversión. Es tiempo de adviento.

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 11,13-19): En aquel tiempo dijo Jesús a la gente: «¿Pero, con quién compararé a esta generación? Se parece a los chiquillos que, sentados en las plazas, se gritan unos a otros diciendo: ‘Os hemos tocado la flauta, y no habéis bailado, os hemos entonado endechas, y no os habéis lamentado’. Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: ‘Demonio tiene’. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: ‘Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores’. Y la Sabiduría se ha acreditado por sus obras».

Pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás

Los avances científicos y tecnológicos han moldeado la mentalidad de los seres humanos en este tiempo. Los inteligentes de este mundo siempre piden evidencias o demostraciones de la existencia de lo que no pueden ver. Hay una “cultura” que rechaza automáticamente todo lo que debe creerse por fe. Los sistemas de creencias religiosas están en crisis.

Jesucristo no nos invita a una Fe ciega. De hecho, nos dice que nos da una señal para creer… la misma es la señal de Jonás. ¿En qué consiste? Bueno, que alguien estuvo tres días en el vientre de una ballena y salió vivo de ese trance.

Jesucristo sufrió, murió y resucitó por nosotros. La señal que nos salva de todo pecado y muerte es la de la resurrección. Esta señal consiste en que hoy podemos experimentar el amor de Dios y resucitar con Jesús para una nueva vida. ¿Te lo crees? Si es así, podrás experimentar la felicidad más grande que se pueda tener en este mundo. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 11,29-32): En aquel tiempo, habiéndose reunido la gente alrededor de Jesús, Él comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás».

Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores

A Jesucristo lo difamaron y calumniaron. Ahora que vivimos en la era digital donde la maldad de las personas se expresan campañas digitales difamatorias, debemos recordar lo que le pasó a Jesús. Si mis queridos hermanos, a Jesús le acusaron de todo. Hasta le dijeron que era “hijo del Diablo”. ¿Qué hacia Jesús ante tanta maldad.

El Señor siguió adelante en su misión. Jamás se amilanó o acobardó. ¡Al contrario! Descubrió que todo ese sufrimiento era necesario y consecuencia lógica de su creciente liderazgo y parte fundamental de la misión. Como dicen popularmente: “solo a los árboles que tienen frutos le tiran piedras”.

¡No teman! Estamos en el mejor momento de la Iglesia. Estamos siendo purificados para que todo lo que no es cristianismo salga y pueda verse con mayor claridad el amor de Dios. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 7,31-35): En aquel tiempo, el Señor dijo: «¿Con quién, pues, compararé a los hombres de esta generación? Y ¿a quién se parecen? Se parecen a los chiquillos que están sentados en la plaza y se gritan unos a otros diciendo: ‘Os hemos tocado la flauta, y no habéis bailado, os hemos entonado endechas, y no habéis llorado’. Porque ha venido Juan el Bautista, que no comía pan ni bebía vino, y decís: ‘Demonio tiene’. Ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: ‘Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores’. Y la Sabiduría se ha acreditado por todos sus hijos».

La señal de Jonás

¿Qué le pedimos a Dios? Que nos cambie la vida, que nos sabe de una enfermedad, que nos ayude a pasar un examen, que no permita tener una casa o carro, que podamos conseguir una buena esposa o esposo; en fin, un número amplio de necesidades y deseos. Oramos siempre en petición como si Dios fuera una secretaria o genio que concede deseos a quien se lo pide. Esto es una perversidad y degradación de la Fe cristiana.

La generación de Jesús no lo acepta entre otras cosas porque quiere acomodar a Jesús a sus esquemas “mesiánicos” y doctrinales. No entienden que lo que se manifiesta en Jesús es la VERDADERA naturaleza y misión de Dios. 

La “señal de Jonás” es la de uno que entra en la muerte y resucita a los tres días. Jonás es tragado por la ballena pero no muere. Dios le salva de ese peligro y le envía a anunciar su mensaje de salvación. Jesús es uno que muere en la cruz pero resucita al tercer día. La verdadera señal cristiana es la resurrección que quiere decir la victoria sobre la muerte.

La palabra de Dios nos invita a aceptar la voluntad de Dios. Una “señal” quiere hacer el Señor con nosotros y esta es la de dar muerte a nuestro hombre viejo en este tiempo cuaresmal mediante el ayuno, la oración y la limosna. Luego dar la vida eterna a todos los hombres y mujeres que acepten su palabra de salvación. ¡Ánimo! Entremos en la Cuaresma para resucitar en la Pascua.

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 11,29-32): En aquel tiempo, habiéndose reunido la gente, Jesús comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás».