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La señal de Jonás

Las personas le piden milagros a Dios. Suplican que les cambie la vida. Esperan que todo tipo de sufrimiento sea eliminado y que los acontecimientos sucedan según sus expectativas o deseos. En realidad, ¿qué podemos esperar de Jesús al respecto de esta realidad? La señal de Jonás.

Jesucristo anuncia su pasión, muerte y resurrección. Nos dice que también nosotros, aquellos que le seguimos, tendremos que seguir su mismo camino. Es decir, nos corresponde recorrer el camino pascual. Los cristianos morimos a nuestros pecados y resucitamos a una vida nueva, haciendo la misma experiencia pascual del Señor.

No esperemos nada más ni nada menos. Lo más grande que Dios nos ha dado en Jesucristo es que podemos participar de la experiencia pascual, siendo liberados de la muerte y haciendo experiencia de resurrección todos los días. Dios nos conceda realizar en nuestra vida la experiencia de Jonás. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 11,29-32): En aquel tiempo, habiéndose reunido la gente alrededor de Jesús, Él comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás».

¡Generación malvada y adúltera!

En el evangelio leemos frases muy duras que Jesús pronuncia contra escribas y fariseos. A alguno puede escandalizarle la forma en que nuestro Señor trataba a los que en esa sociedad eran considerados cumplidores de la ley. ¿Qué significa ese lenguaje tan fuerte?

Nuestro Señor nos llama a vivir en la verdad. Jesús no vino a implementar una doctrina humana o una especie de nuevo moralismo que debemos todos cumplir. Él recorrió pueblos y aldeas anunciando que el reino de los cielos había llegado. Es decir, anunciando la victoria sobre la muerte con su pasión, muerte y resurrección. No los ofrece normativas ni leyes, nos da una experiencia pascual que nos hace vivir en la alegría y felicidad verdadera.

No pidamos señales y milagros. Con la experiencia de resurrección la basta. Lo demás vendrá por añadidura. Amén.

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 12,38-42): En aquel tiempo, le interpelaron algunos escribas y fariseos: «Maestro, queremos ver una señal hecha por ti». Mas Él les respondió: «¡Generación malvada y adúltera! Una señal pide, y no se le dará otra señal que la señal del profeta Jonás. Porque de la misma manera que Jonás estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así también el Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres noches. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón».

No se le dará otra señal que la señal de Jonás

Estamos ciegos. No vemos el amor de Dios: nos cuesta trabajo reconocer la presencia y acción divina en el día a día de nuestra vida. ¿Cómo podemos tener fe? Teniendo un corazón dispuesto y abierto a la acción de nuestro Señor.

Tenemos un esquema implantado en nuestra cabeza de lo que debe ser el cristianismo. Nuestras ideas están por encima de la realidad. Nos creemos sabios e inteligentes. Reducimos la experiencia cristiana a un esquema de ritos, celebraciones y dogmas.

La verdad es que el centro de la fe a la que Dios nos llama es la resurrección de Jesús. La señal que nos muestra el Señor de su presencia y acción es la experiencia pascual. Jesucristo ha muerto y resucitado por nosotros. De esa manera nos hace partícipe de su amor. Pidamos a Dios que se haga realidad en nuestra vida la experiencia de resurrección. Pidamos que también nosotros podamos pasar de la muerte a la vida. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 11,29-32): En aquel tiempo, habiéndose reunido la gente alrededor de Jesús, Él comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás».

Una señal pide, y no se le dará otra señal que la señal del profeta Jonás

La situación está muy difícil. La pandemia sigue en crecimiento y sus consecuencias nos afectan a todos. Esto produce una sensación de desesperanza. Pedimos a Dios una señal de que todo mejorará, ¿en qué consiste dicha señal?

Dios ha mostrado su misericordia en Jesucristo. Nuestro señor Jesús nos enseñó el camino cuando en medio de la pasión dijo: “hágase tu voluntad”. Aceptó la historia que Dios estaba haciendo con Él. Como consecuencia la señal se hizo visible: Jesús entró en la muerte y luego resucitó de entre los muertos.

La gran señal del amor de Dios es que nos muestra en Jesucristo la victoria sobre la muerte. No hay otra. Al final nuestro Dios nos liberará de todo peligro y entraremos en su presencia salvadora. ¡Ánimo!

Leer:
Texto del Evangelio (Mt 12,38-42): En aquel tiempo, le interpelaron algunos escribas y fariseos: «Maestro, queremos ver una señal hecha por ti». Mas Él les respondió: «¡Generación malvada y adúltera! Una señal pide, y no se le dará otra señal que la señal del profeta Jonás. Porque de la misma manera que Jonás estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así también el Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres noches. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón».

Pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás

No busquemos milagros. No pidamos demostraciones extraordinarias de la existencia de Dios. Nuestro Señor se ha manifestado de forma clara y maravillosa. Lo ha hecho en Jesucristo. Mirar a Cristo es mirar a Dios. ¿Te lo crees?

El camino de la fe no es la ausencia de sufrimiento. La vida cristiana es reconocer que Dios es amor y dicho amor se ha manifestado plenamente en Cristo que ha muerto y resucitado por nosotros para hacernos partícipes de su vida inmortal. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 11,29-32): En aquel tiempo, habiéndose reunido la gente, Jesús comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás».

¿Por qué esta generación pide una señal?

En algunas ocasiones nos invade la incredulidad. Cerramos nuestro corazón a la voluntad de Dios. Pensamos que todo lo que nos está ocurriendo no tiene sentido ni propósito. Eso es falso de toda falsedad.

Dios nos ha dado una señal para que podamos creer. La señal es que su hijo Jesucristo se ha constituido en nuestro Salvador y Señor. Él muere para que tu y yo tengamos vida. ¿Lo crees? Si así lo haces, serás feliz. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Mc 8,11-13): En aquel tiempo, salieron los fariseos y comenzaron a discutir con Jesús, pidiéndole una señal del cielo, con el fin de ponerle a prueba. Dando un profundo gemido desde lo íntimo de su ser, dice: «¿Por qué esta generación pide una señal? Yo os aseguro: no se dará a esta generación ninguna señal». Y, dejándolos, se embarcó de nuevo, y se fue a la orilla opuesta.

Vete, que tu hijo vive

Jesucristo ha vencido la muerte. Con su resurrección nos ha abierto el cielo para nosotros. Esa es la señal más grande del amor de Dios.

La cuaresma sirve para preparáramos al tiempo litúrgico que celebra la experiencia que Dios ha hecho o quiere hacer con todos. El ayuno, la limosna y la oración son las armas que nos permiten vencer las tentaciones de la carne y poner nuestro corazón en las cosas del cielo.

¡Vive Cristo! Y Él nos quiere participando de esa victoria sobre la muerte. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Jn 4,43-54): En aquel tiempo, Jesús partió de Samaría para Galilea. Jesús mismo había afirmado que un profeta no goza de estima en su patria. Cuando llegó, pues, a Galilea, los galileos le hicieron un buen recibimiento, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta. Volvió, pues, a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.

Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaúm. Cuando se enteró de que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue donde Él y le rogaba que bajase a curar a su hijo, porque se iba a morir. Entonces Jesús le dijo: «Si no veis señales y prodigios, no creéis». Le dice el funcionario: «Señor, baja antes que se muera mi hijo». Jesús le dice: «Vete, que tu hijo vive».

Creyó el hombre en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. Cuando bajaba, le salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo vivía. El les preguntó entonces la hora en que se había sentido mejor. Ellos le dijeron: «Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre». El padre comprobó que era la misma hora en que le había dicho Jesús: «Tu hijo vive», y creyó él y toda su familia. Esta nueva señal, la segunda, la realizó Jesús cuando volvió de Judea a Galilea.

Aquí hay algo más

Los cristianos tenemos lo más grande que un ser humano puede experimentar: a Cristo. El tiempo de cuaresma es, precisamente, un tiempo para preparar la celebración más grande de todos los tiempos. La resurrección fue la gran señal para todos los hombres y mujeres de todos los tiempos donde se puede experimentar la victoria sobre la muerte.

No busquemos más cosas. No pidamos más señales. Pidamos a Dios que nos de el don de la Fe para reconocer en Cristo la vida que solo proviene de Dios. ¡Ánimo!

Leer.

Texto del Evangelio (Lc 11,29-32): En aquel tiempo, habiéndose reunido la gente, Jesús comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás».

¿Por qué esta generación pide una señal?

Las diversas generaciones del pasado, incluyendo la presente, se caracterizan por la incredulidad. Si, así mismo. Los seres humanos vivimos dudando de todo. Pedimos a Dios señales que demuestren que existe. Por eso tantas solicitudes de milagros. Hacemos pactos con Dios a cambio de algún favor divino.

Jesús dice que no habrá para las generaciones o, mejor dicho, las personas que pidan señales con intención malvada. La señal es que Cristo ha muerto y resucitado por todos. Todo lo que sea otro tipo de señal, no viene de Dios.

Seamos humildes. Reconozcamos a Dios en todas las manifestaciones diarias de su amor. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Mc 8,11-13): En aquel tiempo, salieron los fariseos y comenzaron a discutir con Jesús, pidiéndole una señal del cielo, con el fin de ponerle a prueba. Dando un profundo gemido desde lo íntimo de su ser, dice: «¿Por qué esta generación pide una señal? Yo os aseguro: no se dará a esta generación ninguna señal». Y, dejándolos, se embarcó de nuevo, y se fue a la orilla opuesta.

Pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás

Los avances científicos y tecnológicos han moldeado la mentalidad de los seres humanos en este tiempo. Los inteligentes de este mundo siempre piden evidencias o demostraciones de la existencia de lo que no pueden ver. Hay una “cultura” que rechaza automáticamente todo lo que debe creerse por fe. Los sistemas de creencias religiosas están en crisis.

Jesucristo no nos invita a una Fe ciega. De hecho, nos dice que nos da una señal para creer… la misma es la señal de Jonás. ¿En qué consiste? Bueno, que alguien estuvo tres días en el vientre de una ballena y salió vivo de ese trance.

Jesucristo sufrió, murió y resucitó por nosotros. La señal que nos salva de todo pecado y muerte es la de la resurrección. Esta señal consiste en que hoy podemos experimentar el amor de Dios y resucitar con Jesús para una nueva vida. ¿Te lo crees? Si es así, podrás experimentar la felicidad más grande que se pueda tener en este mundo. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 11,29-32): En aquel tiempo, habiéndose reunido la gente alrededor de Jesús, Él comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás».