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Se pedirán cuentas a esta generación

En algunas ocasiones tenemos la respuesta a nuestro problemas en frente de nosotros y no nos damos cuenta. Miles son las señales que nos da Dios y no logramos identificarlas. En algunas ocasiones somos ciegos y sordos al llamado de Dios.

Dios permite acontecimientos en nuestra vida que nos llama a conversión. Alguna humillación u objetivo no alcanzando nos pone en una situación excelente para crecer y ser mejores. Para ver estas cosas con los ojos de la Fe necesitamos siempre de ayuda.

Los profetas son esas personas que envía Dios a nuestra vida para que puedan ayudarnos. No son seres especiales. Puede ser hasta un enemigo que en algún momento nos señala una debilidad que no conocíamos y por tanto nos da la oportunidad de corregir. 

No seamos como los expertos del tiempo de Jesús. Seamos humildes y aprendamos a reconocer y acoger las enseñanzas de Jesús que nos vienen muchas veces de personas que actúan como profetas en nuestra vida.

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 11,47-54): En aquel tiempo, el Señor dijo: «¡Ay de vosotros, porque edificáis los sepulcros de los profetas que vuestros padres mataron! Por tanto, sois testigos y estáis de acuerdo con las obras de vuestros padres; porque ellos los mataron y vosotros edificáis sus sepulcros. Por eso dijo la Sabiduría de Dios: ‘Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán’, para que se pidan cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, el que pereció entre el altar y el Santuario. Sí, os aseguro que se pedirán cuentas a esta generación. ¡Ay de vosotros, los legistas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que están entrando se lo habéis impedido».
Y cuando salió de allí, comenzaron los escribas y fariseos a acosarle implacablemente y hacerle hablar de muchas cosas, buscando, con insidias, cazar alguna palabra de su boca.

¿Con quién, pues, compararé a los hombres de esta generación?

En el refranero popular hay una frase que ilustra muy bien la actitud que muchas veces tenemos frente a la vida: “ni con pito no con flauta”. Muchas veces, los seres humanos proclives a ver el “vaso medio vacío, en vez de medio lleno”, nos quejamos de todo. Tenemos como una actitud negativa que solo ve lo que no tenemos o hemos logrado en lugar de darnos cuenta de las cosas maravillosas que suceden en nuestra vida.

En tiempos de Jesús muchas personas fueron testigos de los Milagros y las obras maravillosas que realizaba, mas sin embargo muchos le acusaban y dudaban de Él. Si asi algo de sanación decían que era por espíritus malignos que lo realizaba y por otro lado pedían señales. 

En nuestra vida, a veces, tenemos la misma actitud. Pensamos que Él Señor se equivoca en todo. No nos damos cuenta que todo es bueno y todo obra para bien. Es importante que hoy cambiemos el “chip”. Amemos la vida y aprendamos a reconocer la presencia de Dios en todo, incluyendo aquellas cosas que no nos parecen.

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 7,31-35): En aquel tiempo, el Señor dijo: «¿Con quién, pues, compararé a los hombres de esta generación? Y ¿a quién se parecen? Se parecen a los chiquillos que están sentados en la plaza y se gritan unos a otros diciendo: ‘Os hemos tocado la flauta, y no habéis bailado, os hemos entonando endechas, y no habéis llorado’. Porque ha venido Juan el Bautista, que no comía pan ni bebía vino, y decís: ‘Demonio tiene’. Ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: ‘Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores’. Y la Sabiduría se ha acreditado por todos sus hijos».

Maestro, queremos ver una señal hecha por ti

Una de las grandes obras que Dios ha hecho es la creación. La naturaleza es tan ordenada y maravillosa que ha inspirado a miles de filósofos e idealistas por generaciones. En ella está la presencia de Dios. Solo con observar el universo bastaría para creer que Dios existe. ¿Por qué se pide señales para confirmar lo evidente?

Lo que vemos y observamos es lo que Dios puede hacer. Lo que pide el ser humano es una señal profunda del amor de Dios. La generación de Jesús no niega la existencia de Dios, lo que no son capaces de aceptar es que el amor se ha hecho carne en Jesucristo.

La palabra de Dios nos invita a reconocer en el Señor al salvador y al amor de Dios. La señal es esa. Dios nos ha amado tanto que ha entregado a su único hijo por amor a todos nosotros. Reconozcamos su amor y su perdón.

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 12,38-42): En aquel tiempo, le interpelaron algunos escribas y fariseos: «Maestro, queremos ver una señal hecha por ti». Mas Él les respondió: «¡Generación malvada y adúltera! Una señal pide, y no se le dará otra señal que la señal del profeta Jonás. Porque de la misma manera que Jonás estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así también el Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres noches. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón».