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Una señal pide, y no se le dará otra señal que la señal del profeta Jonás

El evangelio muestra a Jesús en algunas ocasiones con un lenguaje duro. A los escribas y fariseos les daba respuestas fuertes que señalaban sus actitudes perversas y malintencionadas. ¿También nosotros podemos caer en los mismos engaños que estos señores de los tiempos de Jesús?

En nuestro diario vivir, nos acercamos a la religión o a Dios buscando señales prodigiosas. En algunas ocasiones esperamos que Dios se manifieste con potencia o solucione nuestros problemitas: nos cambie el temperamento de nuestra pareja, nos cura algún ser querido, nos cambie el jefe o que provea mayores recursos económicos. En fin, estamos siempre pidiendo a Dios que los cambie la historia. ¿Cuál es la respuesta de nuestro Señor? La señal de Jonás.

Jonás fue alguien que anunció la conversión a Nínive, ciudad pagana de la antigüedad. Al principio huyó y fue tragado por una ballena pero al tercer día fue salvado de esta situación. Esto es imagen de la resurrección de Cristo que murió y resucitó al tercer día.

Esto quiere decir que más que cambiar la historia el Señor quiere que podamos experimentar que de la muerte el saca la vida. Ese acontecimiento que no quieres aceptar, lejos de matarte te salva. Dios de la oscuridad hace la luz, de la muestre lleva a la vida. ¡Ánimo! La señal de Cristo es que puedes vivir RESUCITADO con Él. Ciertamente puedes experimentarlo si pides hoy que se haga realidad en tu vida. Dios te ama y te resucita.

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 12,38-42): En aquel tiempo, le interpelaron algunos escribas y fariseos: «Maestro, queremos ver una señal hecha por ti». Mas Él les respondió: «¡Generación malvada y adúltera! Una señal pide, y no se le dará otra señal que la señal del profeta Jonás. Porque de la misma manera que Jonás estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así también el Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres noches. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón».

La señal de Jonás

¿Te gustaría ver una señal física de la existencia de Dios? ¿Te encantaría que se obrará algún milagro en tu presencia para fortalecer tu Fe? ¿Te haría feliz ver alguna señal concreta donde lo invisible se hiciera visible?

En todos los tiempos los seres humanos han pedido y buscado prueba de la existencia de Dios y su influencia en nuestras vidas. Te digo que esta señal ya se manifestó y la misma ha sido que Jesús, hijo de Dios, ha venido a la tierra y nos ha salvado de todos nuestros pecados y dolencias.

La señal de Jonás es que Cristo ha muerto y resucitado por ti y por mi. Pídele a Dios que te permita creer y participe de esta manifestación gloriosa de Dios. Cristo te ama y te hace partícipe del amor de Dios. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 11,29-32): En aquel tiempo, habiéndose reunido la gente, Jesús comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás».

No se le dará otra señal que la señal de Jonás

Insisto, pedimos señales a Dios y solo hay una importante. Le pedimos a Dios que nos cambie la historia. Que cambie mi familia, que cambie mi trabajo, que cambie mi universidad. Estamos orando y nuestra oración pretende que Dios haga nuestra voluntad. ¿Qué nos ofrece Dios?

Una señal poderosa. La única que cambia vidas. Esta es la de Jesús, levantado en la cruz, dando su vida por todos nosotros. La señal es la resurrección de Cristo. Eso es lo que debemos pedir y esperar. Esa es la señal que lo cambia todo para bien. La señal de victoria sobre nuestras muertes. 

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 11,29-32): En aquel tiempo, habiéndose reunido la gente alrededor de Jesús, Él comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás».

Maestro, queremos ver una señal hecha por ti

La señal que muestra Dios en Cristo es la del amor. No hay otra. Lo más maravilloso y grande que puede haber es precisamente que Dios nos ama cuando hemos sido malvados y pecadores.

La generación en la que vivió Jesús le pedía señales pero según sus criterios. No tenían Fe. Solo buscaban satisfacer su curiosidad o comprobar mediante medíos o formas no adecuadas la misión del Señor.

Jesús no vino ha hacernos milagritos, aunque sí los puede hacer. Ciertamente muchas veces nos acercamos al Señor y lo que queremos es que nos resuelva nuestros problemas particulares y pensamos que solo así nos podemos creer. 

La señal que Él realiza en nosotros es la victoria sobre nuestro pecados. Nos hace participar de su resurrección. ¡Ánimo!
Leer:

Texto del Evangelio (Mt 12,38-42): En aquel tiempo, le interpelaron algunos escribas y fariseos: «Maestro, queremos ver una señal hecha por ti». Mas Él les respondió: «¡Generación malvada y adúltera! Una señal pide, y no se le dará otra señal que la señal del profeta Jonás. Porque de la misma manera que Jonás estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así también el Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres noches. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón».

No se le dará otra señal que la señal de Jonás

En algún momento de nuestra vida hemos pedido algún milagro. Le rogamos al Señor que nos demuestre mediante una señal que Él está con nosotros y nos protege. Esto sucede con frecuencia cuando estamos pasando por alguna prueba o acontecimiento fuerte.

Jesús nos dice que sólo necesitamos de una “señal”. Nos insiste que no debemos pedir demostraciones o “señales” externas de su poder. Él nos da una única y necesaria señal y esta es su muerte y resurrección.

Necesitamos experimentar cada día que Dios envió a su hijo para dar la vida en rescate de todos nosotros. La gran “señal” de Dios es la manifestación de su amor en la cruz de Jesucristo.

Pasamos por muchas pruebas y angustias. A veces pensamos que Dios se ha olvidado de nosotros. En medio del combate o la tentación experimentamos la duda o nos metemos en una crisis de Fe.

¡No dudes nunca del amor de Dios! La señal de Jonás es que podemos resucitar en Jesús a una vida nueva. Que Dios siempre cambia la tristeza en gozo, la oscuridad en luz, la muerte en vida. ¡Ánimo! Espera siempre esta señal. El Señor nunca te defraudará.

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 11,29-32): En aquel tiempo, habiéndose reunido la gente alrededor de Jesús, Él comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás».

Una señal pide, y no se le dará otra señal que la señal del profeta Jonás

Cuando dos jóvenes están en las “tratativas”… en buen dominicano, se están “conociendo”, es común que una de las partes le pida a la otra una “señal”, es decir, una prueba de su amor.

Los seres humanos nos vemos inclinados casi siempre a buscar señales que prueben la existencia o presencia de cosas que no vemos. Nos cuesta trabajo, a veces, creer en lo que no podemos tocar o ver.

En las escrituras vemos a escribas y fariseos pedir señales. Alguno de nosotros, a partir de la mentalidad actual, puede interpretar esta pregunta como un desafío hecho a Jesús pero te invito a mirarlo desde otra perspectiva.

Estos maestros de la ley tenían unos esquemas y expectativas muy particulares de lo que debería ser el Mesías prometido. Esperaban un Salvador de Israel que le hiciera justicia contra sus enemigos y restaurara la gloria del templo y la ley de Dios. Esto nos parece algo hasta natural y normal.

Pero entonces, ¿cuál es el sentido de la reacción o respuesta que da Jesús? En que Jesús insiste en que no viene a realizar el esquema “mesiánico” particular de estos hombres eruditos de la ley. Jesús es otra cosa, viene a realizar su misión de una forma distinta.

Muchos de nosotros pecamos o hemos pecado de la misma manera. Pensamos que Jesús es una especie de mago en una “lámpara mágica” que al frotarla nos concederá todos los deseos que le pidamos. Creemos que las señales que demuestran que Jesús es verdaderamente un Mesías para nosotros son los “milagros físicos” que puede hacer en nuestro favor: que nos cambie la mujer o el marido, que nos quite la chicungunya (que no estaría nada mal), que cambie la forma de ser del jefe o un compañero de trabajo que nos cae mal; en fin, que nos cambie la historia.

Lo maravilloso de esta lectura es que Jesús nos da otro tipo de señal. Nos dice: “Yo soy uno que muere por tí y a los tres días resucito por tí”, esta es la señal de Jonás, esta es la señal de AMOR infinito que Jesús nos tiene y en este amor todo lo demás tiene sentido y es signo de resurrección.

Mis queridos hermanos y hermanas, la resurrección es la “señal” que nos demuestra que hoy podemos ¡VIVIR! porque Él nos ama y si esto es verdad, todo lo que nos pasa y puede pasar es signo de su amor.

¡Ánimo! Te basta con esta señal, ¡te basta con su amor!

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 12,38-42): En aquel tiempo, le interpelaron algunos escribas y fariseos: «Maestro, queremos ver una señal hecha por ti». Mas Él les respondió: «¡Generación malvada y adúltera! Una señal pide, y no se le dará otra señal que la señal del profeta Jonás. Porque de la misma manera que Jonás estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así también el Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres noches. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón».