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Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha

Muchos en el mundo pensamos que Dios existe y que ha creado todo lo que existe, incluyéndonos a nosotros. Es decir, somos criaturas de Dios. De hecho, en el libro del Génesis se habla que nos has creado a imagen y semejanza suya. Es podría hacernos pensar que le debemos toda nuestra existencia a Dios y que deberíamos estar agradecidos siempre. Lamentablente, esto no opera así.

San Agustín dijo que “Dios que te creó sin tí, no puede salvarte sin tí”. Con esta expresión se patentiza de manera admirable la liberta del ser humano. Dios nos ha dejado libres, y en esta libertad podemos incluso rechazarle.

Es que sin libertad no se puede dar el verdadero amor. Dios quiere amarnos y que le amemos en total libertad. Es decir, que abrir nuestro corazón a Dios depende de nosotros, de nuestra disposición, de nuestra aceptación.

Hoy somos invitados a amarle en total libertad. Dios nos invita, en Jesús, ha decirle que si a su acción en nuestra vida. ¿Realmente lo quieres?

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 10,13-16): En aquel tiempo, Jesús dijo: «¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que, sentados con sayal y ceniza, se habrían convertido. Por eso, en el Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para vosotras. Y tú, Cafarnaúm, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el Hades te hundirás! Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado».

No entrasteis vosotros, y a los que están entrando se lo habéis impedido

La ley de Dios es el amor. Muchos pensamos que ser buena persona; o mejor dicho, un buen cristiano mendiante el cumplimiento de normas y prescripciones. Reducimos la Fe a la práctica piadosa de ciertas devociones. El verdadero cristianismo se da en los profundo del corazón de alguien que está dispuesto hacer la voluntad de Dios. 

La Fe se demuestra con las obras. Y la obra más grande que se puede hacer es amar. ¿De qué nos sirve ir a la oración semanal si no podemos perdonar a nuestro hermano? ¿De que te sirve leer la Biblia si no pones en práctica sus mandatos?

El resumen de toda ley es el Amor. Hoy es importante amar. Dicen los santos: “Ama y haz lo que quieras”.

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 11,47-54): En aquel tiempo, el Señor dijo: «¡Ay de vosotros, porque edificáis los sepulcros de los profetas que vuestros padres mataron! Por tanto, sois testigos y estáis de acuerdo con las obras de vuestros padres; porque ellos los mataron y vosotros edificáis sus sepulcros. Por eso dijo la Sabiduría de Dios: ‘Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán’, para que se pidan cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, el que pereció entre el altar y el Santuario. Sí, os aseguro que se pedirán cuentas a esta generación. ¡Ay de vosotros, los legistas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que están entrando se lo habéis impedido».
Y cuando salió de allí, comenzaron los escribas y fariseos a acosarle implacablemente y hacerle hablar de muchas cosas, buscando, con insidias, cazar alguna palabra de su boca.