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Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados

La virgen María intercede por nosotros ante Dios Padre. El mismo Jesús nos dijo desde la cruz que ella era nuestra madre también. Podemos disfrutar de la bendición de saber que la madre de nuestro Salvador nos ama igual que a su hijo.

En el día de hoy y en el contexto del adviento podemos sentirnos contentos de tener la protección amorosa de la Virgen María. Ella nos enseña el camino que conduce a la vida. Nos invita a querer y obedecer a su hijo Jesucristo.

Pidamos a Dios una gracia especial por intercesión de la virgen. ¿Quién puede negarle algo a su madre? ¡Ánimo! Demos gracias a Dios porque tenemos una ayuda adecuada para aliviar nuestras cargas y penas.

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 11,28-30): En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera».

Porque mi yugo es suave y mi carga ligera

Hay momentos de ternura en las escrituras. Palabras que llenan de paz y esperanza. Mensajes del Señor que reconfortan y nos hacen sentir bien.

El Señor no quiere que estemos en angustias permanentes. Él quiere que hoy sepas que conoce muy bien tu situación y sufrimientos. Sabe por lo que estás pasando y nunca te deja solo. 

El vino al mundo para traernos descanso y reposo. Nos invita a ser humilde y no desesperar. A reconocer que necesitamos de Dios. Qué hay cosas que escapan a nuestras fuerzas o deseos pero en todo está el Señor.

¡Ánimo! No estés triste. Viene el Señor a tu vida y te libra de todas tus angustias.

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 11,28-30): En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera».