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El que persevere hasta el fin, ése se salvará

Estamos viviendo tiempos extraños. Los valores culturales que predominaban hace apenas cincuenta años han cambiado de manera radical. Lo que antes era malo para todos, ahora es bueno para muchos. En este contexto de cambio cultural, ¿qué pasará con los cristianos?

Debemos convertirnos en mártires. Quizás no tendremos que morir físicamente pero si nos tocara asumir persecuciones “culturales” y fobias sociales hacia todo lo que huela a Cristiano. En algunos espacios de la sociedad ya nos están ridiculizando y atacando. ¡No desfallezcamos!

No nos preocupemos. El Señor está y estará siempre con nosotros. En este tiempo brillará con más fuerza la luz del evangelio. La época actual nos dará la oportunidad de crecer en la fe. El cristiano del presente, y sobre todo del futuro, necesitará tener una fe adulta capaz de dar testimonio valiente y firme en medio de esta generación. No tengamos miedo. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 10,16-23): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas. Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas; y por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros.

Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán. Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará. Cuando os persigan en una ciudad huid a otra, y si también en ésta os persiguen, marchaos a otra. Yo os aseguro: no acabaréis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre».

Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas

Estamos en una época donde los valores cristianos ya no son determinantes. Hace cien años los seres humanos, sobre todo en occidente, vivían de acuerdo a unos patrones de conducta basados en la biblia y lo que la Iglesia enseñaba. Ya eso desapareció. Vivimos en un relativismo moral y ético.

Por todas partes se pregona una falsa libertad basada en que cada quien tiene derecho a elegir su preferencia sexual, modo de vida y conducta en sociedad. Ahora ser “cool” es no meterse con nadie para que nadie se meta conmigo. En un mundo así, ¿qué misión tenemos los cristianos? La de ser mártires.

Los mártires son testigos valerosos de la fe. Son aquellos que dan la vida por los demás. Mueren amando incluso a sus enemigos. Hoy más que nunca se necesita ver ese tipo de amor en la dimensión de la Cruz. ¿Estás dispuesto? Que Dios nos ayude. Amén.

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 21,12-19): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre; esto os sucederá para que deis testimonio. Proponed, pues, en vuestro corazón no preparar la defensa, porque yo os daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».

Esto os sucederá para que deis testimonio

La persecución es inevitable en la vida de un cristiano. Debemos estar preparados a que nos van a calumniar, levantar falsa testimonios y traicionar. Por el solo hecho de profesar la Fe en Cristo seremos atacados y juzgados. ¿Vale la pena ser cristianos si es eso lo que nos espera?

Asumir el sufrimiento con espíritu cristiano es descubrir que el hecho de padecer nos santifica y nos conduce al amor en la dimensión de la Cruz, el Amor como Dios ama. La cruz nos santifica. Nos hace hijo de Dios. Nos lleva a la vida eterna. Nos hace busca nuestra felicidad solamente en cosas del cielo.

Entonces, ¿estás dispuesto a sufrir por causa del evangelio? ¿Estás dispuesto a que esas condiciones para seguir a Jesús se cumplan en nosotros? ¡Ánimo! Dios no te va a dejar solo en medio del mundo. Él nos amará y bendecirá siempre.

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 21,12-19): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre; esto os sucederá para que deis testimonio. Proponed, pues, en vuestro corazón no preparar la defensa, porque yo os daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».

Pero muchos primeros serán últimos y los últimos, primeros

Seguimos con el tema de los primeros. Todos queremos ser los número uno en algo. En el corazón de alguien, en el reconocimiento laboral o Profesional, o en diversión y gozo. En definitiva, el mundo nos dice que para ser feliz debemos luchar por los primeros puestos de la sociedad.

Jesús en el evangelio habla de que el camino de la perfecta felicidad es la renuncia a todo. Este nos es un acto tonto y de locura. 

Los que deciden no poner su seguridad en las cosas materiales, obtienen el cuento por uno y la vida eterna. Es decir, son recompensados con lo mismo que han despreciado. Viven la vida como si fueran millonarios. Todo es bendición. Todo es regalo. Todo es una manifestación del amor de Dios.

Leer:

Texto del Evangelio (Mc 10,28-31): En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido». Jesús dijo: «Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, quedará sin recibir el ciento por uno: ahora en el presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y los últimos, primeros».

Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos

¿Quién dijo que es fácil ser cristiano en este tiempo? Constantemente vemos como todavía hoy muchos cristianos son perseguidos, torturados y hasta asesinados por el solo hecho de ser cristianos. Y en los paises donde se vive en relativa calma y paz las persecución se realiza a un nivel intelectual, leyes y en casos extremos calumnias y difamaciones. ¿Qué significa todo esto?

La iglesia ha sido construida sobre los cimientos de la Fe de los mártires. Somos invitados a realizar actos heroicos de Fe. Dar testimonio valiente de lo que creemos es nuestro desafío actualmente. ¿Estás dispuesto? 

El Señor nos llama a dar testimonio en la familia, con los amigo, en el trabajo e inclusive públicamente. Muchas veces se burlaran de nosotros o no nos entenderán. Ese es el pago de aquellos que aman al Señor y dan testimonio de Él. A cambio, nuestro Señor nos da La Paz y la alegría inmensa de saber que no hay cosa más grande que dar testimonio de nuestra Fe.

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 10,16-23): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas. Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas; y por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros. 
Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán. Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará. Cuando os persigan en una ciudad huid a otra, y si también en ésta os persiguen, marchaos a otra. Yo os aseguro: no acabaréis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre».

Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas

Todos tenemos sufrimientos. Parte de la vida es sufrir. Nos pasan cosas que quisiéramos cambiar o evitar. Esa es la realidad de nuestra vida. ¿Qué debemos hacer al respecto?

El evangelio nos dice que nunca debemos de abandonar o tirar la toalla. La perseverancia es un don que Dios nos da para que podamos vencer los obstáculos, tentaciones y sufrimientos de la vida. Todo tiene un sentido y un porqué. Nos queda ser firmes y constantes. En Jesús tenemos un ejemplo y un modelo a imitar y seguir. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 21,12-19): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre; esto os sucederá para que deis testimonio. Proponed, pues, en vuestro corazón no preparar la defensa, porque yo os daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».

Os echarán mano y os perseguirán

Ser cristiano en este tiempo es asumir grandes riesgos. El estilo de vida de un hombre o mujer de Fe es, paradójicamente, escandaloso para muchos. Está llegando el momento en vivir según los principios evangélicos supondrá estar dispuestos a sufrir el martirio.

La sociedad ha cambiado. Lo que antes era bueno ahora es malo y viceversa. En la Iglesia luchamos por la vida y en el mundo se defiende el “derecho” de una madre de “matar” a su hijo. La asamblea cristiana valora la familia tal cual ha sido siempre y ahora resulta que eso es ser “medieval” y “atrasado”. Lo que está de moda es ser “open mind” y reconocer que la homosexualidad es algo normal. Nadie entiende o quiere entender la postura de la Iglesia cuando dice que Dios ama al pecador pero no al pecado. Repetimos, ser cristianos HOY implica ir contra corriente. Por eso el evangelio de hoy se hace actual.

La buena noticia es que el Señor nos promete que no estamos SOLOS. Debemos tener el ánimo firme. Todo un Dios nos cuida, protege e inspira. ¡Seamos valientes! Estamos en tiempos de martirio. Bendito sea el Señor.

Leer:

Texto del Evangelio (Lc 21,12-19): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre; esto os sucederá para que deis testimonio. Proponed, pues, en vuestro corazón no preparar la defensa, porque yo os daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».