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El que oye la Palabra y la comprende

El que oye la palabra de Dios y no la pone en práctica es como una semilla que no prende en un campo. Escuchar la voluntad de Dios y terminar haciendo lo contrario es como renunciar al proyecto de salvación que el Señor tiene con cada uno de nosotros.

En la vida se nos presentan muchos impedimentos para poner en práctica la palabra de Dios. Uno de ellos son las preocupaciones de cada día. También están el afán por las riquezas. Por otro lado está nuestra falta de perseverancia. En fin, siempre tenemos algo “más impórtente” que hacer con nuestra vida.

Hoy, el Señor nos invita a poner en práctica su palabra. A no caer en las tentaciones de este mundo. A poner nuestra vida en manos de Dios. Solo así podremos dar frutos de amor y paz. ¡Ánimo!

Leer:
Texto del Evangelio (Mt 13,18-23): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador. Sucede a todo el que oye la Palabra del Reino y no la comprende, que viene el Maligno y arrebata lo sembrado en su corazón: éste es el que fue sembrado a lo largo del camino. El que fue sembrado en pedregal, es el que oye la Palabra, y al punto la recibe con alegría; pero no tiene raíz en sí mismo, sino que es inconstante y, cuando se presenta una tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumbe enseguida. El que fue sembrado entre los abrojos, es el que oye la Palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la Palabra, y queda sin fruto. Pero el que fue sembrado en tierra buena, es el que oye la Palabra y la comprende: éste sí que da fruto y produce, uno ciento, otro sesenta, otro treinta».

El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo

El Reino de los Cielos están en lo profundo de nuestro corazón. Dios está presente en todo lo que los rodea pero sobre todo en lo profundo de nuestra alma.

A través de la oración podemos hacer presente el Reino de los Cielos. La oración nos ayuda a desprendernos de todo lo material y acogernos a los espiritual.

Demos gracias a Dios por las innumerables bendiciones que quiere darnos siempre. ¡Ánimo!

Leer:

Evangelio según San Mateo 13,44-46.

Jesús dijo a la multitud:
“El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.
El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas;
y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.”

Vende todo lo que tiene y compra el campo aquel

El encuentro personal con Jesús, vivo y presente en nuestras vidas, es lo más importante que le puede pasar a un ser humano. Al punto que para aquellos que lo experimentan cambian radicalmente la vida.

En el evangelio leemos en diversos pasajes como las personas están dispuestas a venderlo todo por amor a Cristo. Esto significa la trascendencia de conocer a Dios y experimentar su amor. No hay nada que supere esa realidad.

Pidamos al Señor que podamos participar de su Reino. Que podamos vivir, desde ya, la vida eterna aquí en la tierra.

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 13,44-46): En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.

»También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra».

Un tesoro escondido

Cuando uno vende algo para comprar otra cosa es porque considera que el objeto de la compra tiene un valor superior a lo que vendió. Así sucede con nuestra vida y la vida que se nos ofrece en Dios.

Nos apegamos a tantas cosas en este mundo. La fama, el dinero, los afectos, los bienes materiales; en fin, de todas las cosas buenas que Dios nos ha creado tenemos la inclinación, fruto del pecado, a convertirlas en nuestros ídolos. Pero, ¿qué cosa realmente nos da la felicidad verdadera y plena?

Hay en nuestra alma un tesoro escondido y existe en nuestro vida una perla fina que vale mucho más que todo lo que tenemos o podamos conseguir. Esto que nos ofrece Dios de gran valor es el mismo Jesús que se nos da gratuitamente y quiere que experimentos al nivel más profundo que se puede experimentar su inmenso amor.

¡Ánimo! Ve y vende todo lo que tienes. ¡Vale la pena! Todo pasa y muda en este mundo. Solo el amor de Dios es eterno y sacia profundamente nuestra sed de felicidad y vida.

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 13,44-46): En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.
»También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra».

El Reino de los Cielos es semejante

En nuestro hablar cotidiano solemos utilizar frases de exageración para enfatizar alguna cuestión. “Más viejo que Matusalén”, “Fulano tiene un ego del tamaño de una Catedral”, “Me di tremenda jartura”, son sólo algunos ejemplos de frases populares que utilizamos para significar que algo que nos pasó, hicimos o poseemos es verdaderamente grande o importante.

¿Quién en su sentido común vende todo lo que tiene para comprar un campo donde ha encontrado un tesoro y para colmo lo esconde? ¿Qué comerciante vende lo que tiene para comprar un único producto? Lo lógico sería incrementar tus posesiones, no vender todo para quedarte con una sola cosa. Parecen cosas sin sentido pero comunican algo muy profundo.

Dar todo lo que se tiene por algo significa que eso es tan importante que vale la pena darlo todo por ello.

Jesús siempre nos invita a darlo todo. La misma invitación le hace a los apóstoles, a sus discípulos, al que quiera seguirle, al joven rico; en fin, a todo aquel que quiera tener VIDA que deje (venda) su vida anterior y empiece nuevamente. El apego a nuestra vida pasada, nuestros bienes materiales y afectivos, nos mantiene esclavizados. No nos permite vivir en plenitud y libertad.

¡Esta es la buena noticia de hoy! Hemos encontrado el tesoro más grande que se puede tener, hemos hallado la perla más cara que se pueda encontrar, y eso mis queridos hermanos es el AMOR de Dios! No hay en este mundo algo que pueda superarlo. Vivir en plena libertad es vender HOY todo lo que nos esclaviza y acogernos a lo único que puede darnos vida y felicidad. Descubre el amor de Dios siempre presente en tu vida.

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 13,44-46): En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.

»También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra».