Archivo por meses: enero 2021

¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad!

Jesús predicó con autoridad porque sus hechos o acciones confirmaban sus palabras. Nuestro demostraba con su obra que era verdaderamente el enviado para salvar al mundo entero, ¿le escuchamos y hacemos lo que él nos dice?

Ser obedientes a la palabra de Jesucristo permite que se realice en nosotros sus promesas. Escuchar y poner en práctica su palabra nos permite disfrutar de las maravillas de su amor y misericordia. No escuchemos a los falsos profetas de este tiempo que dicen poseer la verdad sobre la vida humana en todos sus aspectos. Solo escuchemos la voz de Dios.

Todos los días tenemos la oportunidad de poner en práctica su palabra. Defendamos la vida, luchemos por las cosas santas de Dios, no claudiquemos a nuestros principios cristianos y nunca dudemos del amor divino. Ese es el camino al cual nos invita nuestro Señor. ¡A recorrerlo!

Leer:

Texto del Evangelio (Mc 1,21-28): Llegó Jesús a Cafarnaum y el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios». Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él». Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él.

Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen». Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea.

Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres

Jesús quiere que participemos de su misión. El vino al mundo para manifestar con palabras y obras que el reino de los Cielos ya había llegado. Vino a inaugurar una nueva etapa en la historia de la humanidad. Aquella que nos prepara para vivir plenamente unidos a nuestro padre de Dios en una alianza de amor. ¿Qué nos toca hacer?

No vivíamos en nuestros proyectos individualistas. Seamos hombres y mujeres dispuestos a hacer siempre la voluntad de Dios poniendo generosamente nuestro tiempo y talento al servicio de Dios. Digamos un SI pleno y rotundo al llamado que nos hace el Señor a participar en el anuncio de la buena nueva.

La mayor bendición que podamos tener hoy es iniciar este nuevo tiempo litúrgico con la alegria de saber que trabajar para el reino de Dios es un título de gloria. El nuevo año inicia y junto con el también se renueva nuestra disponibilidad de hacer siempre la voluntad de Dios. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Mc 1,14-20): Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva». Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: «Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres». Al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes; y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras Él.

Y comieron todos hasta que quedaron satisfechos

Los seres humanos de esta época viven como ovejas sin pastor, ¿qué significa eso? Que están rodeados de mucho ruido y acelerado ritmo de trabajo pero pierden el sentido trascendental y profundo de la vida. Jesús vuelve para salvar esa situación.

Hoy más que nunca necesitamos de Cristo. Viene a darnos el alimento que necesitamos para tener paz y amor en nuestras vidas. Se manifiesta una vez más a todos los seres humanos mediante la gracia de su misericordia. Si tienes alguna situación de sufrimiento, no desesperes… grita a Dios y él te escuchará y vendrá en tu auxilio.

¡Ánimo! Dios nos ama. Esa seguridad da paz interior y calma todas las inquietudes que puedan surgir. En este hermoso día hagamos pausa en nuestra afanes y repitamos en nuestro interior la siguiente frase: “gracias Señor por todo, se que tú me amas ciertamente”. Amén.

Leer:

Texto del Evangelio (Mc 6, 34-44): En aquel tiempo, vio Jesús una gran multitud y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tienen pastor, y comenzó a enseñarles muchas cosas. Y como fuese muy tarde, se llegaron a Él sus discípulos y le dijeron: «Este lugar es desierto y la hora es ya pasada; despídelos para que vayan a las granjas y aldeas de la comarca a comprar de comer». Y Él les respondió y dijo: «Dadles vosotros de comer». Y le dijeron: «¿Es que vamos a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?». Él les contestó: «¿Cuántos panes tenéis? Id a verlo». Y habiéndolo visto, dicen: «Cinco, y dos peces».

Entonces les mandó que se acomodaran todos por grupos de comensales sobre la hierba verde. Y se sentaron en grupos de ciento y de cincuenta. Y tomando los cinco panes y los dos peces y levantando los ojos al cielo, bendijo, partió los panes y los dio a sus discípulos para que los distribuyesen; también partió los dos peces para todos. Y comieron todos hasta que quedaron satisfechos. Y recogieron doce cestas llenas de los trozos que sobraron de los panes y de los peces. Los que comieron eran cinco mil hombres.

Pueblo que estaba sentado en tinieblas, vio una gran luz

Nosotros hemos sido como un pueblo que está dominado por alguna potencia extrajera. Hemos experimentado la oscuridad interior que produce el pecado. Hemos conocido la muerte óntica del ser. ¿Quién nos ha salvado de semejante desventura? Jesús, nuestro mesías y salvador.

La experiencia cristiana es la de un encuentro personal con un Dios cercano que manifestado su amor nos saca de las tinieblas del pecado y la muerte. ¿Cómo era tu matrimonio, familia, relaciones afectivas, con el dinero y el trabajo? ¿Acaso no te sentías esclavo y sin sentido de la vida?

Este nuevo tiempo que inicia debería hacerse partiendo de dicha experiencia de salvación. Vivir el presente sabiendo que si Dios ha estado presente en nuestra vida nunca nos dejada solos. ¡Ánimo! ¡Jesús vence todas las dificultades!

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 4,12-17.23-25): En aquel tiempo, cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, se retiró a Galilea. Y dejando la ciudad de Nazaret, fue a morar en Cafarnaúm, ciudad marítima, en los confines de Zabulón y de Neftalí. Para que se cumpliese lo que dijo Isaías el profeta: «Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino de la mar, de la otra parte del Jordán, Galilea de los gentiles. Pueblo que estaba sentado en tinieblas, vio una gran luz, y a los que moraban en tierra de sombra de muerte les nació una luz».

Desde entonces comenzó Jesús a predicar y a decir: «Haced penitencia, porque el Reino de los cielos está cerca». Y andaba Jesús rodeando toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos y predicando el Evangelio del Reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia del pueblo. Y corrió su fama por toda Siria, y le trajeron todos los que tenían algún mal, poseídos de varios achaques y dolores, y los endemoniados, y los lunáticos y los paralíticos, y los sanó. Y le fueron siguiendo muchas gentes de Galilea y de Decápolis y de Jerusalén y de Judea, y de la otra ribera del Jordán.

Entraron en la casa; vieron al Niño con María su madre y, postrándose, le adoraron

Dios se ha manifestado en la tierra a través del nacimiento de Jesucristo. Una estrella, imagen del anuncio de la buena noticia, condujo a tres Reyes Magos, representantes el mundo pagano, hacia el lugar de su nacimiento. ¡Oh maravilloso misterio! El verbo de Dios se ha hecho carne y a puesto su morada entre nosotros.

De igual manera nuestro Señor se quiere hacer carne en nuestras vidas. Quieres nacer en nuestros corazones para a través de nosotros manifestarse al mundo entero. Un cristiano es otro Cristo que con sus obras manifesta el amor de Dios.

Pidamos al Señor que nos conceda ver y adorar su presencia en nuestras vidas. Abramos nuestros corazones a sus dones. Oro, incienso y mirra son los “dones” a través de los cuales podemos acceder al gran misterio del amor divino. Amén.

Leer:

Texto del Evangelio (Mt 2,1-12): Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle». En oyéndolo, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén. Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informando del lugar donde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: «En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta: ‘Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel’».

Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la estrella. Después, enviándolos a Belén, les dijo: «Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle».

Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el Niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al Niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino.

En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre

Para reconocer que Jesús es Mesías y salvador es necesario tener el Espíritu Santo. Necesitamos una asistencia de lo alto para acoger en nuestro corazón al Señor. Muchos santos pedían en sus oraciones a Dios que les diera también la disposición de hacer su voluntad. Es decir, que necesitamos hasta para desear las cosas divinas la ayuda de nuestro Padre Dios.

Hoy también necesitamos la asistencia de lo alto. Con los problem que se nos presentan día a día necesitamos de alguien que nos conozca profundamente y sepa lo que realmente necesitamos. Solo Dios nos conoce profundamente. Solo Él puede dar respuesta a todos nuestros anhelos y esperanzas.

En este tiempo de navidad celebremos que Dios siéndote está con nosotros. Alegrémonos de que nuestro Padre celestial siempre quiere habitar en nuestros corazones. Él quiere estar siempre cercano haciéndonos experimentar su amor. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Jn 1,43-51): En aquel tiempo, Jesús quiso partir para Galilea. Se encuentra con Felipe y le dice: «Sígueme». Felipe era de Bestsaida, de la ciudad de Andrés y Pedro. Felipe se encuentra con Natanael y le dice: «Ése del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret». Le respondió Natanael: «¿De Nazaret puede haber cosa buena?». Le dice Felipe: «Ven y lo verás».

Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». Le dice Natanael: «¿De qué me conoces?». Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». Le respondió Natanael: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores». Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

He ahí el Cordero de Dios

Jesús ha nacido en la tierra para morir por todos nosotros. Él es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo y que viene salvarnos de todo mal. Estamos llamados a ser testigos de ese hecho, testigos de su amor.

Juan El Bautista invitó a sus discípulos a seguir a Jesús. Él era precursor y testigo de que Dios había querido enviar a Jesús, el Cristo, a salvar a toda la humanidad. Así también nosotros podemos dar un testimonio valiente de esperanza y amor en medio de tanto miedo por el COVID-19 y otros males que afectan a la humanidad.

¡Nunca dudemos del amor de Dios! La navidad es tiempo donde el Señor se manifiesta como un Dios cercano, que conoce nuestro sufrimientos y que se ha hecho carne para darles sentido en la encarnación de Jesús. ¡Ánimo!

Leer:

Texto del Evangelio (Jn 1,35-42): En aquel tiempo, Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus discípulos. Fijándose en Jesús que pasaba, dice: «He ahí el Cordero de Dios». Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús. Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: «¿Qué buscáis?». Ellos le respondieron: «Rabbí —que quiere decir, “Maestro”— ¿dónde vives?». Les respondió: «Venid y lo veréis». Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con Él aquel día. Era más o menos la hora décima. Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús. Éste se encuentra primeramente con su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías» —que quiere decir, Cristo—. Y le llevó donde Jesús. Jesús, fijando su mirada en él, le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas» —que quiere decir, “Piedra”.