José, esposo de María madre de Jesús, es modelo de todo cristiano. En él podemos contemplar virtudes que esperamos ver en los que sienten el llamado al cristianismo y así hacer la voluntad de Dios. Es fundamental parecerse a José en nuestro camino de Fe.
En prime lugar, José es ejemplo de castidad. Él siempre se mantuvo fiel a María. La amaba tanto que siempre deseó lo mejor para ella, trabajó y luchó para que siempre estuviera bien.
Por otro lado, José es ejemplo de obediencia a la voluntad de Dios. Siempre dispuesto a cumplir las palabras de Dios que venían a él a través de sueños, apariciones e inspiraciones.
Y por último, José es ejemplo de maestro y tutor. Él asumió la paternidad terrenal del Señor Jesús, con toda la fidelidad y amor que se merecía tal encargo. Nosotros los padres necesitamos seguir el ejemplo de José que inició a Jesús en la Fe y creó para Él un ambiente propicio para el encuentro con Dios.
En definitiva, José es ejemplo de fe cristiana. Un icono o representación humana de una persona que asume en plenitud el plan de Dios en su vida. ¡Imitarlo es un honor y deber! Con la gracia de Dios podemos hacerlo.
Leer:
Texto del Evangelio (Mt 1,16.18-21.24a): Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo. La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto.
Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados». Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado.