El Señor Jesús pasó por el mundo curando y liberando a los seres humanos de todas sus dolencias, enfermedades y padecimientos físicos y espirituales. Su misión era universal. Iba a todos los pueblos anunciando el reino de los Cielos.
Sin embargo, esto no lo quiso hacer solo. Eligió a unos discípulos o apóstoles para que en su nombre hicieran lo mismo que Él hizo. También hoy el Señor sigue eligiendo a muchos para trabajar en la extensión de su Reino.
Estemos siempre dispuestos a realizar su voluntad, pidiendo a Dios que mostremos su amor a todas las naciones de la tierra. ¡Ánimo!
Leer:
Texto del Evangelio (Lc 6,12-19): En aquellos días, Jesús se fue al monte a orar, y se pasó la noche en la oración de Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor.
Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.