Jesús cura. Sana todo tipo de dolencias. Sin embargo, el mayor milagro es cuando cambia nuestro corazón.
El Papa Francisco a dicho: “Navidad eres tú cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma”. Es decir, que para vivir el adviento y la navidad es fundamental nacer de nuevo. Es necesario transformar nuestros corazones para que desde la humildad saber abrir nuestro corazón a Dios.
El Señor nos ama profundamente. Quiero que seamos felices. Nos quiere bien. Pidamos a Dios que sane nuestro corazón y que Cristo habite dentro de nosotros. ¡Ánimo!
Leer:
Texto del Evangelio (Mt 8,5-11): En aquel tiempo, habiendo entrado Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un centurión y le rogó diciendo: «Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos». Dícele Jesús: «Yo iré a curarle». Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano. Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: ‘Vete’, y va; y a otro: ‘Ven’, y viene; y a mi siervo: ‘Haz esto’, y lo hace».
Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande. Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos».